Redacción
El mundo político se sacudió este jueves luego de que el excandidato presidencial y senador de izquierda Gustavo Petro dio a conocer, en el Congreso, el caso de la vicepresidenta, Marta Lucía Ramírez, y su hermano, Bernardo Ramírez, y su relación con el narcotráfico, la cual data de hace 23 años.
«La vicepresidenta de Colombia, Marta Lucía Ramírez, pagó una fianza ante Estados Unidos para liberar a su propio hermano, Bernardo Ramírez Blanco, de la cárcel por el delito de tráfico de heroína», afirmó el congresista retomando algunas publicaciones periodísticas.
Tras realizar esta afirmación, la cual sorprendió a varios partidos políticos, el senador de izquierda afirmó que la Vicepresidenta «debería renunciar» y dijo que esta petición la hacía «como segunda votación ( en las elecciones presidenciales de 2018), si es que no fui la primera, porque el fraude nos quitó el triunfo».
Como se recuerda, Marta Lucía Ramírez fue fórmula vicepresidencial del presidente Iván Duque en los comicios en los que Petro fue la segunda votación.
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Desde el pasado miércoles en la noche, en un debate de control político sobre las fuerzas de Estados Unidos que están brindado asesoría en Colombia en la lucha contra el narcotráfico, Petro comenzó a hablar de la relación entre «el poder político» y el tráfico de sustancias ilícitas.
En ese momento pocos entendieron por qué Petro era tan insistente en sus afirmaciones sobre esta supuesta relación entre «el poder político» y el narcotráfico.
Estas fueron mis palabras finales en el debate de ayer sobre la politica en relación al narcotráfico de Duque.
Se vino una jauría tratando de silenciarme y hoy, cobran plena vigencia pic.twitter.com/GRJdcjsL8W
— Gustavo Petro (@petrogustavo) June 11, 2020
Conocido el caso, la propia vicepresidenta Ramírez salió a dar las explicaciones requeridas. Afirmó que se trataba de una «tragedia» que había vivido su familia hacía 23 años y aseguró que su hermano, Bernardo Ramírez, «pagó pena de cárcel por 4 años y medio, y hace 18 años quedó en libertad por cumplimiento de la pena».
«Desde entonces, ha estado dedicado a trabajar, es un hombre de bien y junto a su familia lleva una vida decente y honrada», afirmó la funcionaria a través de un comunicado.
Pese a estas explicaciones y a otras que ha dado Marta Lucía Ramírez, la controversia política ya estaba desatada y de inmediato cada sector se afincó en una de dos orillas: la Vicepresidenta debería haber manifestado públicamente estos hechos antes de regresar al Gobierno o, como ella misma lo ha dicho, debería habérselos dicho solamente «a las personas» que consideró «debían conocerlos».
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Los primeros en respaldarla fueron dos de sus jefes anteriores, nada más y nada menos que los expresidentes Álvaro Uribe y Andrés Pastrana. Ramírez fue ministra de ambos.
Uribe reveló que ella le había contado sobre este episodio. «Yo no le presté atención porque es un tema de delito de sangre y yo la nombré a ella con gran entusiasmo. Yo conocía su trayectoria», afirmó el exmandatario en diversos medios.
Y Pastrana, quien suscribió un acuerdo político con Duque para acompañarlo a la Presidencia en 2018 en el que también participó la Vicepresidenta, afirmó: “Hace 22 años, no le acepté como impedimento para ser ministra los problemas de su hermano. Hoy, tras una carrera brillante y limpia, aún la apoyo».
Hace 23 años @mlramirez y su familia vivieron una tragedia por el delito cometido por un ser querido. Sobreponiéndose a esta lamentable situación le ha servido al país con honorabilidad y entrega
Sin embargo, en la otra orilla hay quienes insisten en que la ‘Vice’ debió haber manifestado esta situación del pasado y no le perdonan que haya callado y que ahora, casi dos años después de haber sido elegida con Duque y encabezar el Gobierno, se hayan conocido los hechos por cuenta de investigaciones periodísticas.
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Entres las voces críticas se destacan, especialmente, congresistas de los partidos de oposición al gobierno de Duque y que siguen pidiendo que Ramírez renuncie a su cargo en la Vicpresidencia.
Los críticos
El senador por el Polo Iván Cepeda, enemigo político de Uribe, ha dicho que ella «le ocultó al país que su hermano estuvo en el narcotráfico, y que su esposo tuvo como socio a un narcotraficante y paramilitar. ¿Qué otros asuntos ha silenciado? Es evidente que ha perdido cualquier credibilidad y debe renunciar».
Antonio Sanguino, senador por los ‘verdes’, publicó este trino: «Para los campesinos pobres, “atenidos” cultivadores de hoja de coca, bala y fumigaciones. Para mi familia comprensión porque uno de los míos narcotraficó. El doble rasero q exhibe el Uribismo en el poder».
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Y el senador por el partido Farc Carlos Antonio Lozada compartió una de las publicaciones periodísticas que contó el hecho y puso la leyenda: «Por si faltaban más pruebas de los vínculos de la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez
@mluciaramirez con narcotráficantes, aquí está esta perla».
Por el momento no se sabe hasta dónde llegará la controversia política entre estos sectores alrededor del caso de Marta Lucía Ramírez y tampoco si este episodio será pasajero o si terminará impactando la campaña presidencial de 2022, en la que algunos ven a la funcionaria como una de las protagonistas de primer orden.
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