Las empresas que mitigan el cambio climático reducen su coste de capital

La crisis climática está afectando a la sociedad con fenómenos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes. Las empresas, en particular las que se dedican a sectores con altas emisiones, son importantes contribuyentes a las emisiones globales de carbono, lo que las convierte en actores clave en la lucha contra el cambio climático. Reconociendo esta responsabilidad, muchas empresas están adoptando medidas proactivas para reducir su huella de carbono, reduciendo las emisiones de carbono y compartiendo de forma transparente sus estrategias y datos ambientales.

El Grupo de Trabajo sobre Divulgación de Información Financiera Relacionada con el Clima (TCFD, por sus siglas en inglés) ofrece a las empresas un marco para compartir información financiera relacionada con el clima, lo que les permite abordar mejor los riesgos y las oportunidades del cambio climático. En los últimos años, el apoyo al TCFD ha aumentado y Japón se destaca como uno de los principales promotores de este tipo de divulgación. Sin embargo, aún no se ha explorado cómo la divulgación del TCFD mejora el desempeño financiero de una empresa y proporciona beneficios tangibles.

Para abordar esta brecha, un equipo de investigación de la Universidad de Kyushu analizó datos de aproximadamente 2100 empresas japonesas que cotizan en bolsa durante cinco años, de 2017 a 2021. Este estudio, uno de los primeros en utilizar datos corporativos y TCFD holísticos en Japón, se publicó en Responsabilidad Social Corporativa y Gestión Ambiental el 20 de mayo de 2024.

La investigación se centró en el impacto de las acciones corporativas en materia de cambio climático, incluidos el desempeño en materia de carbono, las divulgaciones relacionadas con el clima y los compromisos corporativos. Los investigadores analizaron cómo estas acciones afectan el costo del capital, que se refiere a los costos en los que incurre una empresa para financiar sus operaciones. Los resultados muestran que las empresas con mayores emisiones de carbono enfrentan mayores costos de endeudamiento y recaudación de fondos. Sin embargo, aquellas que siguen las pautas del TCFD y comparten abiertamente información relacionada con el clima se benefician de menores costos de capital. Además, simplemente hacer promesas sobre la acción climática no afecta significativamente los costos financieros. Las partes interesadas están más preocupadas por lo que las empresas realmente hacen que por lo que dicen.

Un hallazgo clave es que las altas emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) aumentan los riesgos del cambio climático, tanto los riesgos físicos, como los fenómenos meteorológicos extremos, como los riesgos de transición, como los cambios regulatorios. Estos mayores riesgos crean incertidumbres que llevan a los inversores y a los prestamistas a exigir mayores rendimientos, lo que resulta en mayores costos de capital (CoE) y de deuda (CoD). El CoE es el rendimiento que los inversores esperan por comprar acciones de una empresa, mientras que el CoD son las tarifas que paga una empresa para pedir dinero prestado a los prestamistas, como los bancos.

Para reducir estas incertidumbres y evitar pérdidas inesperadas, los inversores intentan tomar decisiones más informadas, entendiendo y evaluando los riesgos de cambio climático de una empresa. Por ello, la transparencia en los datos relacionados con el cambio climático se vuelve crucial. Como explica Siyu Shen, estudiante de posgrado de la Escuela de Posgrado de Economía de la Universidad de Kyushu y segundo autor del artículo: «Cuando las empresas comparten datos relacionados con el clima, los inversores y los consumidores tienen una visión más clara de sus esfuerzos ambientales, lo que aumenta la probabilidad de que inviertan. Descubrimos que este tipo de apertura es particularmente importante en sectores energéticos como la electricidad y el petróleo, donde el cambio climático es un problema importante».

Cabe destacar que, si bien el estudio concluyó que seguir las directrices del TCFD redujo efectivamente el costo del capital, no tuvo un impacto significativo en el costo de la deuda. Esto podría atribuirse a la política de tasas de interés negativas de Japón durante el período del estudio, donde el Banco de Japón mantuvo bajos los costos de endeudamiento inyectando grandes cantidades de fondos en el mercado. Con el fin de esta política en marzo de 2024, se espera que las tasas de interés en el mercado de bonos japonés aumenten. En este contexto, los préstamos vinculados a la sostenibilidad, que brindan préstamos para la transición energética de descarbonización a tasas de interés bajas, se están volviendo cada vez más populares. En 2024 y más allá, las acciones corporativas de mitigación del cambio climático en Japón podrían tener el potencial de reducir el costo de la deuda.

Aunque este estudio se centra en Japón, proporciona información valiosa para inversores, empresas y responsables de políticas de todo el mundo al destacar la conexión entre la divulgación de información climática y los costos de capital. A partir de 2022, las empresas que cotizan en los principales mercados de Japón deben seguir las directrices del TCFD. Si bien cada vez más empresas participan en la mitigación del cambio climático, es hora de que consideren estrategias adicionales para diferenciar su desempeño en materia de carbono.

Una serie de estudios económicos ambientales, incluido este, han impulsado a los investigadores Shunsuke Managi y Alexander Ryota Keeley, de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Kyushu, a crear aiESG, una empresa emergente que utiliza un sistema basado en inteligencia artificial para analizar la sostenibilidad de las cadenas de suministro globales. De cara al futuro, el equipo de investigación planea expandir su análisis a nivel mundial para ver cómo las regulaciones y las diferencias culturales impactan la relación entre el cambio climático, el rendimiento del carbono y los costos de capital en varias regiones. Aspiran a convertirse en uno de los equipos líderes en investigación del impacto climático.

La colaboración entre inversores, empresas, académicos y responsables de políticas es indispensable para afrontar la crisis climática global y lograr la neutralidad de carbono. «Esperamos que nuestra investigación proporcione la evidencia científica necesaria para ayudar a las empresas a desarrollar nuevas estrategias, cambiar comportamientos y, en última instancia, reducir las emisiones», señala Hidemichi Fujii, profesor de la Facultad de Economía de la Universidad de Kyushu y autor correspondiente del estudio.

Fuente de la Noticia

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