En resumen
- Las fuerzas de seguridad ugandesas cerraron la sede de la Plataforma de Unidad Nacional (PNU) antes de las protestas planificadas contra la corrupción y arrestaron a varios líderes de la oposición.
- El líder del NUP, Robert Kyagulanyi, conocido como Bobi Wine, condenó las acciones del gobierno, mientras que el presidente Museveni advirtió contra las protestas, alegando patrocinio extranjero.
- Los manifestantes pretenden marchar al Parlamento para denunciar la corrupción y los abusos de los derechos humanos, a pesar de la prohibición de la manifestación.
Kampala, Uganda– El lunes, las fuerzas de seguridad ugandesas acordonaron la sede del principal partido de la oposición, la Plataforma de Unidad Nacional (NUP), en previsión de las protestas antigubernamentales prohibidas previstas para el martes. La medida, calificada de precaución por un portavoz de la policía, condujo a la detención de varios dirigentes de la oposición.
Robert Kyagulanyi, también conocido como Bobi Wine, jefe del NUP, compartió en las redes sociales que el personal de seguridad rodeó la sede del NUP en Kampala, impidiendo la entrada y la salida. Informó de las «detenciones violentas» de los líderes del NUP y publicó imágenes de personal militar y camiones del ejército en el lugar, acusando al régimen de infundir miedo y de actuar de forma incorrecta.
Estos cobardes han convertido la sede de la Plataforma de Unidad Nacional en un cuartel militar. Varios dirigentes han sido detenidos violentamente. Ahora han bloqueado las carreteras que llevan a la oficina. Todo porque TIENEN MIEDO DEL PUEBLO. Y sí, CUANDO PERDAMOS EL MIEDO POR ELLOS,… imagen.twitter.com/ogLuJSLN0x
— VINO BOBI (@HEBobiwine) 22 de julio de 2024
El portavoz de la policía, Kituuma Rusoke, no hizo comentarios sobre los arrestos, pero afirmó que las fuerzas de seguridad actuaron en respuesta a la «movilización para la protesta» del NUP, enfatizando el carácter precautorio de sus medidas.
Wine, una estrella del pop convertida en política, se ha convertido en el principal rival del presidente Yoweri Museveni, que ha gobernado Uganda desde 1986. A pesar de que la NUP no organiza la protesta, apoya la manifestación, que tiene como objetivo marchar al parlamento contra la presunta corrupción y los abusos de los derechos humanos bajo el gobierno de Museveni.
En Uganda, las protestas están permitidas legalmente, pero se requiere la autorización previa de la policía, que rara vez se concede. Los dirigentes de la oposición y los activistas denuncian una malversación generalizada de fondos y un uso indebido de los mismos, acusando a Museveni de proteger a funcionarios corruptos que le son leales. Museveni niega estas acusaciones y afirma que se procesa a los culpables cuando se dispone de pruebas.
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En una reciente directiva, Museveni ordenó la detención y el procesamiento de los funcionarios vinculados con funcionarios públicos fraudulentos en la nómina. Advirtió a los jóvenes contra las protestas planeadas, alegando la participación extranjera y amenazando con tomar medidas contra quienes incitaran al caos.