‘Las personas de bajos recursos son buenas pagas’ | Economía

Teresa Prada es la presidenta de la Fundación de la Mujer, una institución especializada en otorgar microcréditos que lleva 34 años en el mercado. Y como su nombre lo indica, se enfoca en el tema de género, pues en 1986, cuando fue creada, las mujeres no tenían mucho acceso al crédito.

(Beneficios bancarios y financieros equivalen al 16,38% del PIB). 

¿Cómo ha sido la historia de la entidad?

Desde antes de 1986 existía la necesidad de ayudar preferiblemente a las mujeres que tenían pequeños negocios, con crédito y capacitación. Era un reto ya que nadie creía en nosotros. Somos una entidad regulada, pero no vigilada por la Superintendencia Financiera, y tenemos un proceso de autorregulación muy fuerte. Las garantías que no tienen nuestros clientes las suplimos con mucha información. El 84% de los públicos objetivo son de estratos 1 y 2, y atendemos gente desplazada, con pocos recursos.
Hemos ayudado a salir de la pobreza a extrema a muchos que tienen pequeñas empresas. Además, en 2019 capacitamos a 77.407 clientes con nuestro programa Saberes en educación financiera, empresarial y cultura digital.

En el 2004 fuimos pioneros en microseguros y allí manejamos varios productos. Tenemos 229 oficinas propias en 29 departamentos y hacemos presencia en 936 municipios con 17.000 corresponsales de servicio (no bancarios) en pequeñas tiendas, panaderías, supermercados, etc. Tenemos 2.132 empleados, de los cuales 1.986 trabajan en programas de inclusión financiera, como asesores que visitan el negocio y la casa del cliente para levantar la información, ya que la gran mayoría no tienen contabilidad. Nuestros colaboradores son graduados en áreas económicas, financieras y contables y les ayudan a los clientes en el perfilamiento del crédito que pueden tomar y las cuotas.

¿Cómo está la cartera?

Nuestra cartera es muy controlada. Es de 3% mayor a 30 días. Tenemos una disciplina financiera consistente en que a 30 días de mora, provisionamos el total del crédito. Tenemos clientes de 15 a 20 años con adelantos grandes en lo social. El cliente de bajos recursos es buena paga, aunque ahora hay una ola de sobreendeudamiento pues los bancos están dando microcrédito.

¿Las personas con ingresos bajos pagan sus obligaciones?

Se comprometen al asumir un crédito. El tema ahora es la canibalización de los clientes por parte de otras entidades y actores.

¿Cuánto crédito han otorgado?

Nuestra cartera total es de $600.000 millones que ha sido impactada en esta coyuntura del coronavirus ya que estábamos colocando unos $55.000 millones al mes.

¿Hasta cuánto prestan?

Hemos construido metodologías de banca comunal como en la Guajira, donde grupos de mujeres se reúnen para sacar adelante proyectos. El monto en microcréditos va hasta 25 salarios mínimos. Y a medida que los clientes crecen, pasamos a comercial, hasta 120 salarios mínimos. Tenemos 224.000 clientes, incluyendo banca comunal.

¿Cómo ven la crisis del país por el coronavirus?

Estamos muy preocupados. La situación de los clientes es dura ya que los ingresos lo derivan de sus pequeños negocios. Nos enfocamos en mirar si podemos ofrecerles soluciones que sirvan ya que los conocemos. Se considera que conceder los periodos de gracia es algo positivo, pero eso no garantiza que en tres meses puedan responder y de pronto lo que hace es que empeore, en relación a como este hoy. Sería bueno hacer concesiones en estos casos. Como cuando se hundió el municipio de Gramalote y en ese momento hicimos concesiones para nuestros clientes. Muchas veces a ellos hay que darles capital fresco, pero eso no garantiza que en tres meses puedan reactivar sus negocios.

¿Cómo están actuando con los clientes en esta crisis?

Nuestra metodología con los clientes es personalizada, por eso preferimos renegociar y reprogramar créditos y ampliar los cronogramas para evitar reportarlos a las centrales de riesgo. Eso depende del cliente y debemos ser conscientes de cuándo es viable una reprogramación. Por eso somos flexibles y ágiles para reaccionar. Al 29 de febrero nuestros clientes estaban al día y tendrían derecho a un periodo de gracia y posibilidad de reprogramación y de pronto montos adicionales de crédito. Lo estamos haciendo a nivel digital. Miramos y lo estudiamos y se los planteamos. Claro, tampoco los queremos sobreendeudar.

Las cifras de la Superintendencia muestran baja cobertura de crédito a microempresas.

A través del Fondo Nacional de Garantías (FNG), en las condiciones de los productos que pusieron a disposición, nuestros clientes no caben. En créditos para nóminas no podemos ya que lo mínimo que piden son cotizaciones a través de la planilla Pila y a los que atendemos son en su mayoría informales. Para las microempresas o independientes, se tienen condiciones especiales y tampoco lo cumplen.

Ojalá el FNG pudiera crear un producto que se adapte a nuestros clientes y que el Gobierno garantice y vean que ellos son cumplidos. Quisiéramos que nos den garantías para nuestro tipo de clientes. Tenemos un cupo con Bancóldex desde 2005. Pero, a partir de marzo no hemos tenido recursos para atender. Tenemos apoyo internacional, pero el tema del incremento del dólar nos afecta. La situación es difícil.

Fuente de la Noticia

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