La Oficina de Prisiones (BOP) escribió en un comunicado enviado por correo electrónico que dos prisioneros murieron en el hospital cerca de la prisión en Beaumont, Texas, donde estalló la violencia. Otros dos presos fueron trasladados al hospital, pero no se dieron a conocer detalles sobre su estado.
El BOP dijo que actuó con «mucha precaución» al ordenar el cierre nacional, un evento raro que ve a los reclusos confinados en sus celdas, y lo calificó como una «medida temporal para garantizar el buen orden de nuestras instituciones».
Hay más de 134.000 presos alojados en 130 prisiones federales en los Estados Unidos.
«Anticipamos que esta medida de seguridad será de corta duración», dijo la BOP en el comunicado. «La BOP continuará monitoreando los eventos cuidadosamente y ajustará sus operaciones en consecuencia a medida que evolucione la situación».
No se proporcionaron más detalles.
The New York Times, citando fuentes no identificadas, informó que los miembros de la violenta pandilla callejera salvadoreña MS-13 estuvieron involucrados en los enfrentamientos en la prisión de Beaumont, lo que avivó los temores de que la violencia pudiera extenderse a otras prisiones mientras los pandilleros rivales buscaban represalias.
Este mes, el director de BOP, Michael Carvajal, dijo que se jubilaría, aunque permanecería en su puesto hasta que se encuentre un nuevo director. Carvajal había sido criticado por su liderazgo, especialmente en el manejo de la pandemia de coronavirus.
(Reporte de Brad Brooks en Lubbock, Texas; editado por Robert Birsel)
