Las tres rayas de oro que desataron la furia en el centro de Inírida

Germán Garrido caminaba esta mañana por el centro de Inírida, por la calle 16, esa que desemboca en el puerto de la ciudad. Estaba a dos cuadras del muelle principal con un par de familiares cuando dos policías los abordaron, les pidieron identificarse. 

“Nosotros venimos del río”, dice German que le dijo a los patrulleros, en una entrevista telefónica con EL MORICHAL. Ahí empezó todo.

Germán vive en una comunidad indígena conocida como Santa Rita, ubicada a orillas del río Guainía, aguas arriba del corregimiento de Puerto Colombia, pero llegó a Inírida el pasado jueves 25 de mayo para cobrar unos recursos de un proyecto Redd+ del que hace parte su comunidad, y también para comprar algunos productos básicos como sal, jabón y encendedores. Según sus palabras, trasladarse hasta Inírida le puede tomar hasta una semana, con un costo aproximado de un millón de pesos por persona.

La idea de Germán es regresar a Santa Rita antes de finalizar la semana, por eso empezaba a organizar su viaje de regreso. Para terminar de comprar las cosas de llevar, vendería tres rayas de oro (la tercera parte de un gramo) que había adquirido vendiendo naranjas en su comunidad y le representarían, según su versión, unos $45.000. Pero ya no las tiene porque la policía se las incautó.

Esta mañana, cuando la policía le pidió identificarse, los uniformados se dieron cuenta que él y los demás indígenas venían de la zona rural, del río, como se dice coloquialmente en la región. “Como ellos saben que los del río traen oro, decidieron requisarnos”, dijo Germán. Ahí fue que le descubrieron las tres rayas del metal.

Según German, la policía quiso llevarlo a la estación, y entonces empezó una discusión que llamó la atención de la gente que estaba en el sector. Poco a poco se armó un corrillo que fue exasperando los ánimos de las partes involucradas. La gente no quería permitir que incautaran el oro ni que se llevaran al indígena porque “Inírida es un pueblo que vive del oro”.

Después de 20 minutos de tensión, con la gente gritando arengas en contra de la actuación de la policía, Germán recibió su documento de identidad de parte de las autoridades. Sin embargo, el oro sí fue retenido por la policía. Y no sabe si se lo van a devolver o no: “no me han dicho nada”, dijo.

La Policía de Guainía no se ha pronunciado al respecto.