“Se han necesitado 232 años y 115 nombramientos previos para que una mujer negra sea seleccionada para servir en la Corte Suprema de los Estados Unidos”, dijo un emocionado Jackson en un discurso fuera de la Casa Blanca.
«Pero lo hemos logrado. Lo hemos logrado, todos nosotros», dijo Jackson.
Su discurso siguió a los comentarios del presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris, quienes subrayaron la naturaleza histórica de la confirmación de Jackson.
“Este es un momento de cambio real”, dijo Biden. «Es algo poderoso, cuando las personas pueden verse a sí mismas en los demás».
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“Hubo abuso verbal, ira, interrupciones constantes, las afirmaciones y acusaciones más viles e infundadas”, dijo Biden. Pero el juez respondió con «paciencia y moderación, y sí, perseverancia y hasta alegría», dijo, demostrando el «increíble carácter e integridad que posee».
El Senado confirmó a Jackson ante el tribunal superior en una votación de 53-47 el jueves. Tres republicanos se unieron a todos los demócratas en apoyo de su nominación.
El juez federal de 51 años reemplazará al juez Stephen Breyer, de 83, cuando se jubile al final del mandato actual del tribunal. Jackson trabajó previamente para Breyer, quien se desempeñó como juez asociado durante casi 28 años.
Aunque su ascenso al estrado está asegurado, Jackson no se convertirá en juez asociado de la Corte Suprema hasta que Breyer renuncie a finales de este año. Solo entonces podrá hacer su juramento judicial y convertirse en el juez Jackson.
Una vez que lo haga, Jackson se unirá a un tribunal que se ha vuelto sustancialmente más conservador tras el nombramiento de tres de los nominados por el expresidente Donald Trump. Su incorporación mantendrá el tamaño del ala liberal de la corte, que es superada en número 6-3 por el bloque conservador.
La audiencia de la celebración del viernes en el jardín sur de la Casa Blanca estuvo compuesta por docenas de legisladores demócratas, incluido el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, DN.Y., y la mayoría de los demócratas en el Comité Judicial del Senado.
Jackson soportó más de 23 horas de interrogatorio en solo dos días agotadores de audiencias de confirmación en ese comité el mes pasado. Los republicanos en el panel lanzaron acaloradas acusaciones sobre el historial de sentencias de Jackson y la interrogaron sobre su filosofía judicial, mientras que los demócratas buscaron defender a la jueza y cantar sus alabanzas.
«Has escuchado mucho de mí y sobre mí», dijo Jackson el viernes.
Ella expresó su gratitud en ese discurso, primero a Dios y luego a las muchas personas que ayudaron a llevar su nominación a la línea de meta. Se refirió al maratón del proceso de confirmación y señaló que se reunió con 97 senadores en 95 reuniones personales.
«Ha sido algo abrumador, en el buen sentido, estar inundada recientemente con miles de notas, tarjetas y fotos que expresan cuánto significa este momento para tanta gente», dijo.
Ser un modelo a seguir, particularmente para los estadounidenses más jóvenes, es una «gran responsabilidad», pero Jackson dijo que se siente «a la altura de la tarea» porque sus propios modelos a seguir la animan. Nombró al ícono de los derechos civiles Dr. Martin Luther King Jr. y Thurgood Marshall, el primer juez negro de la Corte Suprema, así como a Constance Baker Motley, quien en 1966 se convirtió en la primera mujer negra en servir como jueza federal.
«A pesar de todo lo que se ha hablado de esta nominación histórica, y ahora de la confirmación, pienso en ellos como los verdaderos pioneros. Soy simplemente el afortunado primer heredero del sueño de libertad y justicia para todos», dijo Jackson.
Luego citó a la poetisa Maya Angelou: «Lo hago ahora trayendo los regalos que mis ancestros dieron. Yo, yo soy el sueño y la esperanza del esclavo».
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