El próximo año, los caleños pasarán de tener un Alcalde empresario, que intentó aportar su experiencia gerencial y su carisma a la Administración Municipal, a tener un Mandatario más ‘curtido’ en lo público, que delegaría menos sus funciones y que estaría más involucrado en el juego político.
Así ven algunos la transición entre el saliente Maurice Armitage y el electo Jorge Iván Ospina.
De entrada, por la diferencia de personalidades y de edad -20 años menos-, el nuevo líder de la Administración Municipal pasaría de ser “un hombre bonachón” – como lo describe el concejal Milton Castrillón – y sensible, al que los caleños vieron llorar incluso en algunas intervenciones públicas, a ser un adulto más duro y con más conexión con temas modernos como el uso de redes sociales para opinar y actuar.
“Armitage es un hombre cariñoso, cálido y suele ser tranquilo”, describe una persona cercana a su Administración, mientras que Ospina es descrito como “ejecutivo y racional” por una integrante de su equipo.
Por otro lado, el perfil político marcaría diferencias en la nueva Alcaldía. Mientras Armitage tuvo su primer cargo público, Ospina ya ocupó ese cargo (2008-2011) y fue Senador.
Precisamente, por esa experiencia se esperaría que el nuevo Mandatario no pase por ‘novato’, prevé la politóloga Lina María Orozco, docente de la Universidad Javeriana.
“El primer año fue difícil para el alcalde Armitage porque venía de un estilo de gestión privado que puede llegar a chocar, porque en gestión pública hay muchos procedimientos y normatividades que hacen que no se gobierne como si fuera su empresa particular”, dice la experta.
Justo por la inexperiencia, el actual Mandatario de los caleños decidió asesorarse y buscar funcionarios en los que pudiera delegar ciertas áreas de Gobierno, cuenta una fuente cercana a su despacho.
“Él se dedicó personalmente a tratar temas como el Plan Jarillón, Emcali y el MÍO, pero decidió delegar el manejo de temas fundamentales para la gente como lo son la movilidad y la seguridad”, dice el consultado.
En ese sentido, la construcción del gabinete municipal podría pasar de un equipo técnico y de alta formación a uno más ligado a lo político, por la naturaleza del nuevo Mandatario y los compromisos que adquirió durante la campaña para llegar al cargo.
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“Si bien el Alcalde Armitage no fue el más conocedor de las cuestiones públicas, lo que hizo fue rodearse de personas con buen perfil de conocimiento; por el contrario, de Ospina no se espera que se rodee de tantas personas técnicas, sino más de apoyos políticos”, dice Luciana Manfredi, docente de Estudios Internacionales de la Universidad Icesi.
El politólogo Jaime Gutiérrez también prevé un gabinete con menos formación académica, pero más conocedor de las problemáticas de la ciudad. “Ospina se va a rodear de un gabinete menos formado en el exterior, con menos pergaminos, pero con más conocimiento del día a día de la ciudad”, anota.
Otra diferencia de la entrante Administración local sería la relación con la Gobernación del Valle del Cauca.
Para el concejal Fernando Tamayo, “hubo una animadversión entre ambos mandatarios” en los últimos cuatro años.
Esto podría cambiar con la relación entre Ospina y la gobernadora electa Clara Luz Roldán, teniendo en cuenta que fueron ‘llave’ en sus campañas para esos cargos.
En algo que sí podrían coincidir los mandatarios saliente y entrante, sería en la capacidad para conectar con el público en eventos y reuniones, aunque con un carisma distinto. “El propósito que tienen es el mismo, hacer sentir a los caleños atendidos y escuchados por el Gobierno”, dice el excandidato a la alcaldía, Alexánder Durán.
Para la docente Manfredi, también habrá diferencias de forma. “Ambos son supremamente carismáticos, pero Jorge Iván se ve más como un par, por tener menor edad, y es un candidato más popular, y Armitage se ve con una cuestión más paternal”.
Mientras, para el analista Eduardo Llano los consejos comunitarios podrían pasar de ser “a las 5:00 de la mañana, a horas en las que más gente pueda asistir”.
Gobernación, con pocos cambios
La semana pasada, la gobernadora electa del Valle del Cauca, Clara Luz Roldán (i), tuvo su primera reunión de empalme con la actual mandataria, Dilian Francisca Toro.
Alexis Murillo / Especial para El País
Por el lado de la Gobernación del Valle, parece haber consenso en que son varias las similitudes entre Dilian Francisca Toro y Clara Luz Roldán.
“Lo que se ve es precisamente que no va a haber cambios”, dice el analista Llano, teniendo en cuenta que Roldán bien puede ser vista como una ‘pupila’ de su antecesora y que compartirán el carácter programático de sus gobiernos.
Sin embargo, el politólogo Gutiérrez sí ve diferencias entre las mandatarias: “Dilian es una persona mucho más emocional, de mucho más temperamento, Clara Luz de pronto es una persona más flemática y observadora”.
También, por su perfil más político, “Dilian es más dada a la gente, de abrazar, de tocar; Clara Luz está más formada en lo ejecutivo, entonces el contacto con la gente no lo tiene tan desarrollado; en eso tendrá que mejorar”, añade.
A su vez, la representante a la Cámara Norma Hurtado, que conoce muy bien a las dos mandatarias, describe a la nueva Gobernadora como “una mujer muy sensible, que se esfuerza por atender a la comunidad personalmente”.
Otra diferencia es que en sus equipos de trabajo, a Clara Luz le gusta formar a personas jóvenes, y mientras que “Dilian es de madrugar mucho, Clara es de trabajar hasta muy tarde”.
En opinión de Hurtado, mientras el ‘amor’ de la saliente es el área de la salud, el de la entrante es el deporte.