Redacción
En Colombia la izquierda prefiere no llegar al poder si eso le significa unirse y darle de baja a los egos, en cambio, la derecha prefiere unirse con tal de no perder el poder.
Si desde un comienzo Petro, Claudia López, Clara López, Jorge Robledo, incluso De la Calle y Fajardo, (quienes aunque no son de izquierda son una muy buena alternativa), se hubieran puesto de acuerdo, hace rato su alianza estaría punteando en las encuestas y hasta podría ganar en primera vuelta.
Lastimosamente, el afán de protagonismo de algunos de ellos pone cada vez más cerca a Iván Duque como ganador de la presidencia y de seguro será él quien le reciba el poder, el próximo 7 de agosto, al peor presidente que haya tenido Colombia en toda su historia, Juan Manuel Santos, sin duda, el más nefasto.
A diferencia de muchos, no creemos que Duque sea una marioneta de Álvaro Uribe, por el contrario, es un tipo, aunque joven, de muchas capacidades y su discurso es coherente. Lo grave, si gana la presidencia, es que sus buenas intenciones para un buen gobierno se pueden ver truncadas porque la derecha no lo va a dejar gobernar.
Los Vargas Lleras, los Pastranas, los Uribes, los Gavirias, el patético partido conservador, entre otros, pretenderán cogobernar con él, pedirán todas las cuotas burocráticas habidas y por haber y hasta le pondrán cortapisas so pena puestos, prebendas y mermelada. Incluso, en su propio partido, el Centro Democrático, no faltará quienes le quieran marcar a presión, respirarle en la nuca o hacerle zancadilla.
La izquierda va a perder una oportunidad histórica de tomarse el poder, se van a repartir los votos y de pronto pierden en primera vuelta.
Si Petro hubiera fijado su posición con respecto a Maduro, desde hace tiempo, no le hubieran creado el fantasma del ‘castrochavismo’ y estaría mejor en las encuestas. Además, su falta de humildad, su exceso de confianza, y en algunos casos su soberbia, eso sumado a los malos consejos de muchos de los que lo asesoran, le han pasado factura, y cada día pierde terreno con respecto a Duque.
No todo es twitter doctor Petro, es importante contestarles el teléfono a las rondas de la Wradio sobre temas coyunturales del diario acontecer en el país. Y también es importante contestarles los cuestionarios a los blogueros, porque generamos opinión, tenemos seguidores y lectores. Que Ángela Robledo y Hollman Morris le asesoren por favor.
No todos somos Vicky Dávila, (ni nos gustaría serlo), a dónde Petro sale corriendo cada vez que lo solicitan, porque eso genera tendencia en redes, pero si él quiere ser presidente, debe responder entrevistas a todos, porque entonces su discurso es contradictorio y ambivalente. Igual mensaje para el profesor Fajardo, (que nuestra amiga Claudia López lo asesore), para la doctora Viviane, (no tiene quién la asesore), y para Vargas Lleras, (que Ángelita Calderón también lo asesore), sean consecuentes con lo que piensan, dicen y hacen, todos los periodistas merecemos respeto y se nos debe contestar nuestras preguntas. Duque, De la Calle, Pinzón, Ordoñez, Caicedo y Martha Lucía sacaron tiempo para responder un cuestionario que demanda 15 minutos de su tiempo, siendo igual o más ocupados que Petro, Viviane, Fajardo o Vargas Lleras.
Volviendo al tema de la izquierda, donde su ego es más grande que su votación, y al tema de la derecha, donde su afán de poder se sobrepone a los egos, concluyamos que Colombia seguirá manejado por los mismos y en las mismas, aunque Duque sea una muy buena opción, y digamos también que la izquierda difícilmente tendrá una nueva oportunidad para gobernar el país, y que sus líderes se están diluyendo por falta de humildad, coherencia y objetividad.
Cabe anotar que Fajardo no es de izquierda ni De la Calle tampoco, pero tranquilamente se hubieran podido acercar a ella para lograr una alianza nacional en bien del país.
Algo más de la derecha, entre Duque y Vargas Lleras es mejor el primero, con el segundo sería sin duda el continuismo, la maquinaria, la mermelada, la politiquería, y toda la burocracia junta.
