Funcionarios del condado de Beaver, Pensilvania, cuestionaron varias partes del testimonio del director interino del Servicio Secreto de Estados Unidos, Ronald Rowe Jr., ante un panel del Senado el martes. Rowe se apresuró a desviar la culpa hacia las fuerzas del orden locales por permitir que un hombre intentara asesinar al expresidente Trump en un mitin en Butler, Pensilvania, el 13 de julio.
Rowe y el subdirector del FBI, Paul Abbate, comparecieron en una audiencia conjunta con los comités de Seguridad Nacional y Judicial del Senado. Fue la primera vez que un miembro del Servicio Secreto compareció ante el Congreso desde la renuncia de la ex jefa Kimberly Cheatle a principios de este mes.
Rowe testificó que los agentes no sabían que había un hombre en el tejado del edificio de la AGR en el mitin hasta que fue demasiado tarde. También admitió que la responsabilidad por la falla de seguridad en el mitin del expresidente recae en última instancia sobre el Servicio Secreto.
Pero cuando se le preguntó por qué se le permitió a Trump subir al escenario a las 6:02 p.m. a pesar de que la seguridad sabía que se había detectado a una persona sospechosa con un telémetro, Rowe dijo que nunca recibió comunicación de que había una persona sospechosa con un arma o con malas intenciones.
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Rowe también utilizó elementos del lugar y señaló el techo desde el que el posible asesino Thomas Matthew Crooks disparó, y agregó: «No entenderé y no puedo entender por qué no hubo una mejor cobertura o al menos alguien que mirara esa línea del techo cuando ahí era donde estaban destinados».
La declaración pareció culpar a los francotiradores locales apostados dentro del edificio AGR durante la manifestación.
El comandante de la Unidad de Servicios de Emergencia del Condado de Beaver, Patrick Young, y el fiscal de distrito del Condado de Beaver, Nathan Bible, hablaron con Fox News el martes, refutando las acusaciones contra los oficiales locales.
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Young dijo que había dos francotiradores dentro del edificio de AGR. Uno era de la Unidad de Servicios de Emergencia del Condado de Butler y el otro de la Unidad de Servicios de Emergencia del Condado de Beaver.
En algún momento durante la noche, uno de los francotiradores vio a Crooks y le tomó fotografías «solamente por el hecho de que parecía sospechoso», dijo Young, añadiendo que no había ninguna indicación de que fuera una amenaza.
Young también dijo que la ESU del condado de Butler le dijo a su unidad a dónde ir y asumió que tenía la aprobación del Servicio Secreto.
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«Estaban en el lugar designado por la Unidad Estatal de Emergencias del Condado de Butler, lo que supongo que fue con la aprobación del Servicio Secreto. Sus asignaciones ese día (debían) estar claramente definidas y en términos inequívocos», dijo Young. «Sus áreas incluían el punto de control de entrada, el área antes y después del monitor magneton y luego el área frente al escenario. Todas ellas están dentro del perímetro interior y seguro según lo definido por el Servicio Secreto. Esas eran sus ubicaciones… y su prioridad».
Young dijo que aproximadamente a las 5:34 p. m. de ese día, uno de sus oficiales vio a Crooks con un telémetro y luego se conectó al «grupo de mensajes de texto de francotiradores» para obtener una foto. También dijo que el Servicio Secreto había discutido previamente no comunicarse por mensajes de texto, pero no pudo encontrar otra forma de compartir una foto por radio.
Finalmente, el francotirador del condado de Beaver vio a Crooks tomar una mochila y desaparecer detrás del borde del edificio. El francotirador se dirigió entonces al primer piso para buscar a Crooks, interactuó con la patrulla y dijo que la persona sospechosa estaba en la parte de atrás antes de regresar a su puesto. Al mismo tiempo, dijo Young, el francotirador de Butler permaneció en la ventana.
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Poco después de regresar, se escucharon disparos y el francotirador de Butler los escuchó, explicó Young.
Pero la ventana desde la que vigilaban los dos francotiradores no permitía ver claramente el tejado en el que se encontraba Crooks sin tener que asomarse hacia afuera.
Bible defendió a los francotiradores, diciendo que su trabajo era estar afuera del perímetro mirando a la multitud, no mirando afuera del área, que es donde estaba el techo.
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«Nuestros hombres estaban en una posición encubierta de francotirador, ¿sabe? Están a un par de pies de la ventana», dijo el fiscal del distrito. «Así que, para poder ver desde ese techo, habrían tenido que quedarse afuera y, al hacerlo, renunciar a su posición».
Bible agregó que si el Servicio Secreto hubiera ordenado a los funcionarios locales que colocaran francotiradores en el techo, lo habrían hecho, «absolutamente».
Bible dijo que el equipo de policía del condado de Beaver que ayudó no estaba contento con la forma en que los funcionarios federales retrataron las cosas, pero él y Young no podrían estar más orgullosos del equipo.
«No se trata tanto de que se les reconozca el mérito por el trabajo increíble que hicieron ese día», dijo Bible. «Pero ciertamente no van a aceptar una culpa innecesaria. Por eso, siento que… están un poco molestos por la forma en que se ha difundido parte de la información. Pero, sin duda… tienen un trabajo que hacer, y si se les pide que lo hagan de nuevo, estoy seguro de que lo harán».
CB Cotton de Fox News contribuyó a este informe.