A esta actividad se dedica un colectivo de hackers (duros en informática que pueden vulnerar cualquier sistema de seguridad cibernético) conocido como Anonymous.
Este grupo de personas, sin identificar, se atribuyó en las últimas horas la caída de paginas de importancia pública como la del Senado de la República, la Presidencia y la del Ejército Nacional.
Esta actividad, que según la normativa colombiana y dirección de delitos cibernéticos de la Policía Nacional es un delito, se ha convertido en una costumbre habitual en este colectivo de personas y es, según ellos, una herramienta de protesta que utilizan en cualquier parte del mundo para la defensa de la libertad de expresión.
Le mostramos todo sobre ellos y su operación.
¿Quiénes son los tales Anonymous?
Es bastante complejo, según el experto en ciberseguridad Fernando de Jesús Villalba, afirmar quiénes son Anonymous. Lo que sí sabemos, nos explicó Villalba, es que sus orígenes se sitúan en 2008. El colectivo cogió tanta popularidad en internet que otras personas distintas a los del grupo original, comenzaron a realizar sus propios ataques cibernéticos y a identificarse como miembros de Anonymous.
“De ahí que sea tan difícil identificarlos. Anonymous no tiene una cabeza visible u organigrama jerárquico”, explicó Villalba.
Sus golpes en Colombia
No es la primera vez que personas bajo el eslogan de Anonymous deciden perpetrar un pirateo informático en el país. El año pasado, en plena pandemia, hackearon una reunión virtual cuyo anfitrión era el Dane.
En las últimas horas, no contentos con tumbar las páginas del Ejército, la Presidencia y el Senado, también filtraron por redes sociales correos y contraseñas de varios miembros del Ejército y del Congreso afines al Gobierno.
Ya en la noche, el colectivo logró interceptar la radio de la Policía Nacional, con lo cual varias personas en redes sociales pudieron escuchar las conversaciones de los uniformados tan solo ingresando a un link.
Simbología e inspiración
Para no ser identificados, los hackers utilizan máscaras blancas y moduladores de voz.
De hecho, esa forma de cubrir su rostro, es la que más personas en el mundo identifican y la cual, de hecho, se ha convertido en un símbolo utilizado en manifestaciones alrededor del mundo.
Su diseño es inspirado en Guy Fawkes, un revolucionario del siglo XVI que intentó matar al rey Jacobo I. Así mismo, en la película ‘V de venganza’, el personaje principal, también revolucionario, utilizaba esta misma máscara.
La informática como protesta
“Hay miembros de Anonymous que siguen hackeando páginas por diversión, pero hay una vertiente mayoritaria que utiliza las herramientas tecnológicas y su conocimiento para vulnerar páginas de instituciones a las que ellos consideran represivas o que atentan contra la libertad de expresión”, explicó Villalba.
En cuanto al mecanismo de hackeo, el experto menciona que “a través de códigos de programación complejos y una actividad conjunta y disciplinada entre varios hackers, logran tumbar en cuestión de segundos los sistemas de ciberseguridad más férreos”.