Algunos de los principales museos de arte de Suecia ya no ofrecerán entrada gratuita a todos luego de un nuevo plan presupuestario del gobierno para 2023 que reduce la cantidad que recibirá el sector de la cultura.
En total, se espera que el sector cultural reciba 9.000 millones de coronas suecas (8.690 millones de dólares) el próximo año. Sin embargo, esto es alrededor de mil millones de coronas suecas menos que la cantidad asignada para 2022.
Como parte del plan, el gobierno sueco ya no ofrece subvenciones que permitían que los museos estatales fueran gratuitos para los visitantes, según Dagens Nyheter. Aún así, se espera que los niños y jóvenes menores de 19 años no tengan que pagar para ingresar a los museos.
Entre las instituciones que se verán afectadas se encuentra el Moderna Museet, que tiene sedes en Estocolmo y Malmö. Ese museo se considera no solo una de las principales instituciones de Suecia, sino también uno de los mejores espacios de arte moderno de Europa.
El Museo Nacional de Estocolmo, que posee tesoros de Rembrandt, Judith Leyster, Paul Cezanne, Antoine Watteau y otros, también tendrá que comenzar a exigir tarifas de admisión.
Parisa Liljestrand, ministra de cultura sueca, dicho Dagens Nyheter que la medida tenía la intención de redistribuir la financiación de tal manera que permitiera a las instituciones una mayor libertad en la organización de espectáculos.
“Por un lado, vemos que son principalmente los visitantes habituales de los museos y los turistas extranjeros los que se han beneficiado de esto”, dijo, “y por otro lado, vemos que la reforma ha estado subfinanciada desde el principio, lo que ha socavó la posibilidad de que los museos crearan exposiciones de calidad”.
Otros políticos citados por Dagens Nyheter parecía preocupado por cómo la medida podría remodelar las instituciones de arte en el país.
Gunnar Ardelius, secretario general de la organización que guía a los museos de Suecia, dijo a la publicación: “Cuesta cambiar. Los museos tienen que introducir nuevas barreras en la entrada, nuevos sistemas de visitantes, y los museos tienen que asumir ese costo por su cuenta”.