Mensajes en línea de apoyo y preocupación por el niño, Rayan, llegaron de todo el mundo mientras los esfuerzos de rescate se prolongaban durante la noche. Los rescatistas usaron una cuerda para enviar oxígeno y agua al niño, así como una cámara para monitorearlo, pero no brindaron información el sábado sobre su condición.
Rayan cayó en un pozo de 32 metros (105 pies) ubicado afuera de su casa en el pueblo de Ighran en la provincia norteña de Chefchaouen en Marruecos el martes por la noche. Ahora está atrapado en un agujero demasiado angosto para que los rescatistas lo alcancen con seguridad.
Durante tres días, los equipos de búsqueda utilizaron excavadoras para cavar una zanja paralela. Luego, el viernes, comenzaron a excavar un túnel horizontal para llegar al niño atrapado. La agencia de noticias MAP de Marruecos dijo que se pidió ayuda a expertos en ingeniería topográfica.
El trabajo se detuvo temporalmente el viernes por temor a que la tierra que rodea el pozo pudiera derrumbarse sobre el niño, pero luego se reanudó.
El personal médico, incluidos los especialistas en reanimación, están en el lugar para atender al niño una vez que lo sacan, con un helicóptero listo para transportarlo al hospital más cercano.
A sus angustiados padres se unen cientos de aldeanos y otras personas que se han reunido para observar la operación de rescate.
En todo el país, los marroquíes recurrieron a las redes sociales para ofrecer sus esperanzas de supervivencia del niño, utilizando el hashtag #SaveRayan, que ha llamado la atención mundial sobre los esfuerzos de rescate.