Redacción
Luna nació con lo que popularmente se conoce como labio leporino, una malformación del paladar y el labio. “No entendía qué pasaba, solo lloraba y yo veía un orificio grande en su boca. No quería que nada malo le pasara”, cuenta su mamá Mayerli, quien recuerda que a los pocos días del nacimiento de su primera hija recibió el consejo de contactar a la Fundación Operación Sonrisa, con quienes coordinó todo para empezar un largo proceso de rehabilitación, que empezó cuando Luna cumplió los seis meses de nacida.
“El gran cambio que tuvo nuestra hija fue maravilloso, desde ese momento empezó una nueva historia para ella y para nosotros”, cuenta Yéfferson, su papá, quien sabía que esta era una oportunidad muy grande para mejorar la calidad de vida de Luna, pero no podía evitar pensar en que la operación podría ser dolorosa para su hija.
Cuando Luna cumplió su primer año vino la segunda cirugía, allí se completó la corrección tanto del paladar hendido como la reconstrucción de su labio, con lo cual pasó a una nueva etapa de rehabilitación, en donde fonoaudiólogos, psicólogos y odontólogos de Operación Sonrisa trabajaron de la mano con sus papás para que paso a paso se desarrollara como cualquier otro infante.
La inseparable amiga de Luna…
Mayerli recuerda que mientras Luna avanzaba con éxito en su rehabilitación, a la familia llegó una excelente noticia, pues Luna tendría una hermanita.
“Cuando nos enteramos que su hermana venía en camino, nos sentimos muy felices, pero tuvimos miedo que también tuviera la misma condición de Luna”, recuerda su mamá.
Pero luego de la valoración de los expertos se dieron cuenta de que no era así. “Ángélica se convirtió en la compañera y mejor amiga de Luna, se llevan dos años de diferencia y son inseparables”, cuenta su mamá.
Luego de 12 años, la dicha de Luna, sus papás y su hermana es muy grande, ella está agradecida por una oportunidad única que le ha permitido estudiar con más niños de su edad, hacer amigos y soñar con ayudar en un futuro haciendo lo que más le gusta.
“Cuando sea grande quiero ser veterinaria para poder crear una fundación y ayudar a animales en condición de calle”, dice esta pequeña con su hermosa sonrisa, que nos demuestra que no hay nada imposible con amor, apoyo y cuando todos ponemos un granito de arena por los demás.
Hacer un cambio entre todos
La Fundación Operación Sonrisa es una labor internacional que lleva trabajando desde 1982 y, según sus datos, en Colombia cada tres minutos nace un niño con labio y paladar hendido. Actualmente, a través de su campaña ‘3 por un cambio’, buscan a personas que quieran sumarse a
esta labor y donar desde 30.000 pesos para llegar a más niños con labio leporino. Para esto hicieron una alianza con Johnson & Johnson, así que
puede donar a través de https://www.johnsonsbaby.com.co/3poruncambio.
También buscan a voluntarios para ayudar en todas las áreas de rehabilitación de los pequeños, como lo son enfermeros, pediatras, odontólogos, cirujanos, fonoaudiólogos, psicólogos y nutricionistas.
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