«¿Hasta cuándo vamos a permitir más muertos? Anoche fue mi hijo. Hasta que los muchachos no tomen conciencia, no se deben permitir partidos ni clásicos», insistió la mamá del joven, de 27 años, al que le propinaron dos cuchilladas cuando una caravana de fanáticos entró al barrio Sindical en la noche del jueves, tras el juego del Deportivo Cali y América.
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A las 11:45 de la noche del jueves, Jorge Humberto García Ríos, con su camiseta roja, estaba en las afueras de un restaurante del Sindical, a la vuelta de su residencia. Con otros hinchas del América compartía una victoria ante su rival tradicional, en el estadio de Palmaseca, en Palmira..
«Mi hijo estaba feliz, murió contento porque su equipo ganó. Siempre que desvelaba, salía me quedaba en la puerta o adentro esperando que llegara. A veces le daba una vuelta. Era mi hijo y podía tener la edad que fuera, pero era mi bebé», dice Edilia Ríos, quien saca fuerzas para hablar porque no quiere que se diga que era un revoltoso.
Matarse por un equipo? No poder salir a calle con la camiseta del cual sos hincha sea del América o del Cali por miedo a que te maten, de no creer y que decepción. El fútbol es entretenimiento es vida es alegría, pero muchos lo convirtieron en violencia.
— Claudia Cantillo (@Claucb29) March 9, 2021
El grupo estaba allí cuando por la autopista Simón Bolívar empezó a cruzar una caravana de motocicletas y carros con más de 100 hinchas del Cali. De repente, por ambos lados de la cuadra empezaron una encerrona a quienes estaban de rojo.
Descansa en paz Calidad, amigo americano acérrimo de su barrio Sindical, al oriente de la Sucursal. En el poco tiempo que compartimos me gané el cariño de ese gran hincha del América y duele saber que no vas a darle más me gustas a mis publicaciones del rojo en Facebook.
— Sebastián Rivera M. (@Sebas_Rivera19) March 12, 2021
«Ni mi hijo ni quienes lo acompañaban estaban preparados para una pelea. Solo hablaban como otras veces. Fue una emboscada. Mi hijo se cayó cuando intentó escapar, recibió dos puñaladas, una en el corazón. Lo llevaron, de inmediato, al hospital Primitivo Crespo, pero ya no tenía signos de vida. Tengo desgarrado el corazón y hablo en su memoria porque él no era una mala persona. Su único pecado era ser un buen hincha del América», dice la mamá.
Cuenta que tenía unas 30 camisetas del equipo. «Me decía que era su pasión, perdiera o ganara. Lo atacaron vilmente y deben pagar porque yo no les perdono», dijo la señora.
La mamá del hincha asesinado va hasta clamar que no haya más partidos ni clásicos hasta cuando los hinchas tomen conciencia de frenar esa violencia y no llegar a quitarle la vida a otra persona. «La Policía vino pero que pueden hacer tres o cuatro con tantas personas que quieren desorden».
El secretario de Gobierno de Cali, Carlos Alberto Rojas, dijo que se han buscando acuerdos para que no se presenten estas tragedias en hogares y barrios. La Policía y el Ejército, con la Fiscalía, están en la tarea de encontrar a los responsables. Se ofrece una recompensa de hasta 10 millones de pesos a quien tenga información que ayude a identificar a los autores».
El ministro del Deporte, Ernesto Lucena, convocó a los hinchas, con los gobiernos locales, a concretar intervenciones sociales para que la fiesta del fútbol no sea opacada por la violencia.
El subcomandante de la Policía Metropolitana, coronel Guillen Amaya, dijo que antes del partido se habló con los voceros de las barras y todo iba bien casi hasta la medianoche. Pero luego vino una riña y agresiones.
Les juro que lo conocí desde hace muchos años, ustedes saben que yo fui a la barra mucho tiempo, calidad era un muchacho que amaba al @AmericadeCali siempre fue muy sano, un pelado trabajador, él era de los buenos hinchas y ciudadanos. Me duele, me duele lo qué pasa en Cali. ?? pic.twitter.com/hr7y5l7hnA
— ???? ??ñ??? (@SaraZuiga) March 12, 2021
Dos personas más sufrieron lesiones en los incidentes, uno de ellos sería un habitante de la calle. Los hinchas derribaron al menos cuatro motocicletas estacionadas en una esquina. Hubo carrerones y detonaciones.
De Jorge Humberto García Ríos no se reporta ninguna anotación judicial. Subsistía como mensajero. Su mamá Edilia se duele porque no era la manera de perder a un hijo que solo estaba enamorado de su equipo rojo.
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