Caracas, Venezuela – En un evento que ha captado la atención mundial, el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela ha declarado a Nicolás Maduro ganador de las elecciones presidenciales de 2024 con el 51,2% de los votos. Su principal contrincante, Edmundo González Urrutia, obtuvo el 44,2% según los resultados oficiales, con una participación electoral del 59% y el 80% de las actas escrutadas.
La autoridad electoral, controlada por el chavismo, ha calificado la tendencia como “irreversible”. Maduro ha defendido su triunfo, mientras que la oposición, liderada por María Corina Machado, ha rechazado rotundamente los resultados, calificándolos como un “ultraje a la verdad” y denunciando irregularidades en la transmisión de las papeletas.
- China e Irán han celebrado lo que han denominado una “exitosa celebración” de los comicios, destacando la estabilidad y continuidad en Venezuela.
- Rusia, a través del presidente Vladímir Putin, ha definido las relaciones con Venezuela como una “asociación estratégica”, felicitando a Maduro por su reelección.
- Unión Europea: El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, ha subrayado la necesidad de asegurar la total transparencia del proceso electoral.
- España: El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha reclamado que se hagan públicas las actas “mesa por mesa” para que los resultados puedan ser verificados.
- Estados Unidos y Chile: Ambos países han cuestionado los resultados, pidiendo una mayor claridad en el proceso electoral.
María Corina Machado, dirigente de la oposición, ha sido una de las voces más críticas, denunciando irregularidades y manipulaciones en el proceso electoral. “Es un ultraje a la verdad”, ha enfatizado, prometiendo no reconocer los resultados y llamando a la comunidad internacional a presionar por una revisión exhaustiva del proceso.
La proclamación de Nicolás Maduro como ganador se produce en un contexto de profundas divisiones internas y una fuerte presión internacional. La oposición y numerosos observadores internacionales han señalado posibles fraudes y manipulación de votos, lo que ha generado una crisis de confianza en el sistema electoral venezolano.
La situación en Venezuela sigue siendo tensa y complicada, con un futuro incierto. La comunidad internacional observa de cerca, con llamados a la transparencia y el respeto por la democracia. La controversia en torno a los resultados electorales podría tener implicaciones significativas para la estabilidad política y social del país en los próximos meses.
La noticia continúa desarrollándose y se esperan más reacciones tanto a nivel nacional como internacional.