Maisie Williams se ha abierto sobre su «relación traumática» con su padre por primera vez.
Durante una aparición en el podcast The Diary of a CEO con Steven Bartlett, la actriz de Game of Thrones reveló que su madre dejó a su padre cuando ella tenía cuatro meses y que ella y sus tres hermanos mayores tuvieron una relación «traumática» con él hasta que cumplió alrededor de las ocho
«Eso realmente consumió gran parte de mi infancia. Desde que tengo memoria, realmente he tenido problemas para dormir», compartió. «Creo que muchas de las cosas traumáticas que estaban sucediendo, no me di cuenta de que estaban mal. Pero lo sabía: miraba a otros niños y decía: ‘¿Por qué no parecen entender este dolor? o temor, o miedo? ¿De dónde viene la alegría? ¿Cuándo viene eso para mí?'»
La joven de 25 años explicó que todo llegó a un punto crítico cuando tenía ocho años y los maestros la llevaron a la sala de profesores de la escuela y le hicieron todas las «preguntas correctas» sobre su educación.
«Era la primera vez que todas las puertas estaban abiertas y era la primera vez que las cosas estaban sobre la mesa», recordó Maisie. «Todavía quería pelear y decir que estas cosas no son malas, que solo estás tratando de alejarme de mi papá y eso está mal. Me adoctrinaron de alguna manera».
«Mi mundo dio un vuelco… Yo estaba como, ‘Oh, Dios mío, estoy tan contenta de no tener que ver más a mi papá’, pero aún estaba en contra de todo lo que alguna vez supe que era verdad».
Después de eso, Maisie esperaba que su sensación de «muerte inminente» desapareciera, pero sus problemas no desaparecieron, a pesar de sentirse «tan liberada y libre».
Ahora puede dar un paso atrás y mirar su infancia de manera objetiva y sabe que no fue algo «inherentemente malo» con ella o sus hermanos para hacer que su padre los «maltratara».
Maisie también reveló que no conoce a su padre en absoluto y tiene muchas preguntas sobre su educación e historia.
«Haría un documental fascinante. Es bueno no sentir más el dolor personal de eso… es una forma más agradable de pensar en él que como alguien que no me ama o no le gusto o lo que sea», admitió con franqueza. «Siento que ahora hay una especie de cierre, donde el viaje puede ayudar a otras personas, mientras que antes era solo dolor, dolor, dolor y dolor».