Maíz y soya, en crisis por importaciones sin freno hacia Colombia | Agro | Economía

Después de enfrentar un fenómeno de El Niño, y ahora con una Niña latente, el sector de los cereales alertó de una nueva crisis en el sector. Esto, por cuenta de las “masivas” importaciones de maíz y soya.

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De acuerdo con cálculos Fenalce, gremio de los cereales, durante el primer trimestre de este año se registró una reducción en la siembra tanto de maíz, como de soya. En términos generales, en ese periodo de tiempo, el maíz amarillo tecnificado tuvo una baja del 24%, frente a los resultados del 2023. Pasando de 63.864 hectáreas a 48.567 hectáreas.

Así mismo, destacan que para este tipo de cultivo, Meta y Casanare, son los departamentos que más tuvieron disminuciones, cifra que es superior al 50% de las hectáreas sembradas.

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Ahora bien, en términos de maíz blanco tecnificado, el gremio destaca que este tuvo una reducción del 35% en el área sembrada durante el primer trimestre de este año. Así, el Piedemonte Llanero y el Valle del Cauca son las zonas del país que presentan la mayor reducción de siembra, con 79% y 59% respectivamente.

Para la soya, la baja fue del 16% en estas hectáreas sembradas, por lo que el departamento de Casanare y Meta Altillanura presentan las mayores reducciones en áreas de siembra, con 29% y 16%, respectivamente.

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Si bien las caídas en las siembras se reflejaron en los datos de la agremiación, la alerta radica especialmente por el desenfreno de las importaciones de estos productos al país. Por lo tanto, Henry Vanegas, gerente general de Fenalce, argumentó que se deben tomar medidas para equilibrar las condiciones de competitividad de los productores, frente a las compras que se están haciendo al exterior.

El maíz amarillo tecnificado tuvo una baja del 24% en el primer trimestre, frente a los resultados del 2023.

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“No podemos traer al país maíces de inferior calidad al que producimos. Colombia debe controlar la calidad de las materias primas que se importan, hay que establecer qué grado de maíz es apto para consumo humano y qué otros grados son apropiados para el consumo animal, acorde con el Codex Alimentarius de la FAO”, explicó el gerente.

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Entre los factores que han contribuido en los desbalances del sector, Vanegas destacó que se están viviendo las consecuencias del fenómeno de El Niño, al tiempo que actualmente se tendrán que superar los efectos de La Niña.

Suma la caída en el precio internacional, los altos costos de los combustibles y los diferentes problemas sanitarios, que se agrega al bajo precio para la comercialización en el mercado interno, “siendo esta última una de las principales dificultades”, dice.

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“La producción de maíz nacional ha venido perdiendo participación en el mercado interno. Colombia produce cerca de 1,8 millones de toneladas de maíz al año e importa alrededor del 80% de sus requerimientos, es decir, 6,3 millones de toneladas, lo cual se destina principalmente a la fabricación de alimento balanceado para animales y producción de harina para arepas”, argumenta el gerente.

Agrega, que en el caso de la soya, el país produce anualmente cerca de 200.000 toneladas e importa cerca de 485.000 toneladas. “Es decir, el 71% de la demanda nacional, cuyo fin principal es la producción de alimento balanceado para animales”, explica.

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Para la soya, la baja fue del 16% en estas hectáreas sembradas,

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Por medio de una misiva dirigida a la ministra de Agricultura, Jhenifer Mojica, el gremio solicitó apoyos por parte de la cartera para fortalecer el incentivar la producción de maíz y soya en el país.

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En ella, son explícitos en que se consideré el fortalecimiento de las siembras entre el gremio y el ministerio, a través de programas como el apoyo al secamiento del maíz y la soya, este, con el fin de acortar los ciclos y así romper la estacionalidad de cosecha y solventar el incremento de los costos de comercialización.

De la misma forma, proponen un programa especial de crédito para financiar la industrialización, los inventarios de maíz y soya almacenados en silo y bolsa

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Ahora bien, el gremio de los cereales también sugiere que con apoyo del Ministerio de Agricultura se implemente un programa de incentivo a la cobertura de precios y tasa en cambio, teniendo en cuenta que estos son algunos de los factores que están llevando a la baja la rentabilidad del sector.

El gremio de los cereales sugiere que con apoyo del Ministerio de Agricultura se implemente un programa de incentivo a la cobertura de precios y tasa en cambio.

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Es importante tener con anticipación planes y programas de contingencia bien estructurados para garantizar el abastecimiento de insumos agrícolas y facilitar la comercialización de las cosechas”, dijo el gerente general de Fenalce.

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Así mismo, destacaron que según datos de la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (Upra), actualmente Colombia cuenta con alrededor de 16,1 millones de hectáreas aptas para el cultivo de maíz comercial y para sustituir las importaciones se requiere menos de un millón de hectáreas.

Mientras que para la soya, se cuenta con un área apta de 10,9 millones de hectáreas y para sustituir importaciones de la leguminosa se requiere únicamente de 1,1 millones de hectáreas.

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“La situación que viven hoy los productores de soya y maíz en el país pone en riesgo la seguridad y la soberanía alimentaria de Colombia, que hoy depende en gran medida de las importaciones de estos dos productos. De ahí que se requiera con urgencia el apoyo del Gobierno nacional para fortalecer la producción y la comercialización de estos productos”, concluye el gerente de Fenalce.

Fuente de la Noticia

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