En resumen
- Las fuerzas de seguridad ugandesas arrestaron a decenas de manifestantes que marchaban hacia el Parlamento contra la corrupción de alto nivel.
- Las protestas están inspiradas en las recientes manifestaciones exitosas en Kenia.
- Las acusaciones de corrupción apuntan a políticos destacados como la presidenta del Parlamento, Anita Among, quien enfrenta sanciones de Estados Unidos y el Reino Unido.
- El presidente Yoweri Museveni calificó las protestas de intolerables y advirtió a los organizadores que están «jugando con fuego».
- Los activistas se enfrentan al arresto en virtud de las leyes que exigen notificación a la policía para las manifestaciones.
KAMPALA, UGANDA-El martes 23 de julio de 2024, las fuerzas de seguridad ugandesas arrestaron a decenas de personas que intentaron marchar hacia el edificio del Parlamento para protestar contra la corrupción de alto nivel en manifestaciones consideradas ilegales por las autoridades. La policía y las fuerzas militares fueron desplegadas en gran número en varias partes de Kampala, donde se habían reunido pequeños grupos de manifestantes.
Algunos activistas fueron introducidos a la fuerza en camiones mientras la policía utilizaba la fuerza para dispersar las manifestaciones, una táctica común contra los líderes de la oposición y otros manifestantes.
Las protestas fueron organizadas por ugandeses inspirados por los recientes acontecimientos en Kenia, donde las manifestaciones llevaron al presidente a destituir a casi todo su gabinete tras la oposición a nuevas propuestas fiscales.
En Uganda, la indignación pública se ha visto alimentada por las acusaciones de corrupción contra la presidenta del Parlamento, Anita Among. A pesar de los llamamientos para que renuncie por supuestos gastos irregulares, Among, una miembro de alto rango del partido gobernante de Uganda, ha negado haber cometido ningún delito y afirma que se la ha perseguido injustamente. Ahora está siendo investigada por su riqueza y por el presunto uso indebido de los recursos parlamentarios.
El presidente Yoweri Museveni, que gobierna Uganda desde 1986, ha declarado intolerables las protestas callejeras y ha advertido a los organizadores de que están «jugando con fuego». La manifestante Safina Nakayiza señaló la atmósfera de miedo e intimidación, con varias calles bloqueadas y manifestantes detenidos por mostrar carteles.
La administración de Museveni ha sido acusada durante mucho tiempo de proteger a los funcionarios corruptos de ser procesados. A pesar de la promesa de Museveni de luchar contra la corrupción en su reelección en 2021, muchos ugandeses siguen siendo escépticos. Los medios locales informan con frecuencia sobre la corrupción, pero los activistas y figuras de la oposición que intentan protestar a menudo se enfrentan a la detención en virtud de una ley que exige la notificación previa a la policía para las manifestaciones.