MENTIRAS, MIEDO Y FALTA DE ANÁLISIS

Fotografía tomada del portal www.amp.marca.com

El miedo volvió a ser protagonista en las recientes elecciones presidenciales de los Estados Unidos de América. La muestra de ello es el estado de Florida, donde Donald Trump obtuvo el triunfo con un discurso que le apuntó a la sombra del comunismo, socialismo y castro-chavismo.

La campaña del actual presidente enfiló todas sus baterías para endilgarle a su contraparte, el demócrata Joe Biden, cualidades y características que no las tiene y nunca las ha tenido. Es decir, los republicanos se basaron en mentiras para señalar al partido Demócrata de ser comunista, socialista y castro-chavista. Y por supuesto, las mentiras calaron y tuvieron su efecto al crear miedo entre los electores incautos y faltos de análisis que se dejaron llevar por rumores e informaciones sin fundamentos.

¿A quién se le ocurre que el partido Demócrata tiene fundamentos comunistas, socialistas y sigue la doctrina de lo que se ha llamado castro-chavismo? Sólo un conjunto de personas faltas de crítica con respecto a la información que reciben pueden creer semejante mentira. Pero para entender esto, hay que hacer un análisis de quiénes fueron los que se creyeron estas falsedades.

El condado de Miami-Dade es el más poblado del estado de Florida y fue donde Trump obtuvo el mayor número de votos. El 69% es de origen hispano: en su mayoría son cubano-americanos y recientemente han comenzado a tener protagonismo colombianos y venezolanos. Históricamente los cubanos emigraron a esta área de los Estados Unidos huyendo de la dictadura de los Castro después del triunfo de la Revolución Cubana a comienzos de los años 60s. Los colombianos empezaron a emigrar a Florida en la década del 90 debido a la crisis económica y al conflicto interno. Y en los últimos años, se calcula que 200 mil venezolanos han llegado al condado de Miami-Dade debido al régimen chavista.

Entre cubanos y venezolanos hay coincidencias en los regímenes dictatoriales que gobiernan sus países de origen, tanto que hace pocos años se empezó a utilizar el término castro-chavista, para hacer alusión a los hermanos Castro de Cuba y a Hugo Chávez. Estos gobiernos se han utilizado para generar miedo en el resto de países latinoamericanos debido a su fallido modelo económico de corte comunista y socialista. Las figuras de Castro y Chávez han sido usadas por sus opositores al punto que se han endemoniado para acrecentar más el miedo. En este sentido, la campaña de Donald Trump igualó la imagen de Joe Biden a la de un Raúl Castro, Hugo Chávez y Nicolás Maduro. Un demonio vestido de demócrata que pondría en riesgo la democracia de los Estados Unidos y su modelo económico capitalista. Y sí, les funcionó, el condado de Miami-Dade votó en masa por Trump, quien era el único que los podía salvar del demonio castro-chavista de Biden. Hasta dónde llega el miedo en personas que no son capaces de hacer un juicio de razón ante las cosas que les dicen y terminan creyendo las mentiras más absurdas.

En el caso de los colombianos que no han pasado por el trauma de regímenes dictatoriales, ha sido muy fácil asustarlos con la experiencia del fallido proyecto chavista de Venezuela. Lo vivió el país en el 2018 cuando en las elecciones presidenciales el Uribismo acuñó el término castro-chavista para decir que el país se convertiría en Venezuela si no se elegía a Iván Duque como presidente. Además de esto, la campaña de Duque se basó en mentiras sobre el proceso de paz con las Farc para incrementar el miedo entre los colombianos. Este es el prototipo de colombianos que vive en los Estados Unidos, sobre todo en el condado de Miami-Dade, con pocas capacidades de análisis para darse cuenta de la sarta de mentiras que se les dice, unos colombianos fáciles de influenciar y de sembrar miedo. No se descarta que hubo una clara intromisión del gobierno de Duque a través de la embajada colombiana en Washington dando apoyo al candidato republicano Donald Trump. No es gratuito que en uno de los comerciales de la campaña republicana se haya incluido la figura de Gustavo Petro para aterrorizar al colombiano de Florida, así como ocurrió en Colombia en el 2018. Y lo lograron de nuevo.

Pero lo más absurdo de todo es que el candidato presidente Donald Trump tiene un comportamiento muy similar a cualquier dictador – de esos que tanto temen cubanos y venezolanos -. Su postura ideológica conservadora antiinmigrante – que uno no entiende cómo la respaldan votantes cubanos, venezolanos y colombianos –, su posición de hombre blanco creyéndose superior a cualquier otra raza, su arrogancia, su irrespeto por las instituciones democráticas, sus políticas de desconocer tratados internacionales, han sido sólo unas muestras claras de cómo Trump ha ejercido su poder en estos 4 años, como cualquier dictadorzuelo de una república bananera latinoamericana. El comportamiento de los latinos del condado de Miami-Dade apoyando a Trump se puede asimilar al fenómeno conocido como Síndrome de Estocolmo, donde la víctima termina respaldando a su victimario y creando fuertes vínculos con él.

NOTA: Hasta el cierre de esta columna no se tiene claridad sobre el ganador de las elecciones presidenciales en los Estados Unidos. Joe Biden lleva la delantera y posiblemente termine sentado en la oficina oval de la Casa Blanca. Si bien es cierto que Donald Trump arrasó en Florida, no le alcanzará para ser reelegido.

Related posts

La Tapa de la Olla

Los ratones y el queso de la salud

Los ratones y el queso de la salud