Uno de los análisis más importantes que hacen los expertos por estos días tiene que ver con la suerte del ritmo del consumo en el país para el año que comienza.
Todo parece indicar que casi toda la primera parte del 2024, el país tendrá que experimentar que ‘esté de capa caída’, con las consecuencias que ello trae, y que hacia junio pueda empezar a ‘levantar cabeza’.
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Esos son los cálculos que hasta el momento hacen los especialistas, teniendo en cuenta el comportamiento a la baja, pero lento, de la inflación y, por ende, el inicio de una posible reducción de las tasas de interés que en el 2023 ha registrado niveles históricos.
Y es que el tema del costo de los créditos les pega a todos. “Es más caro hacer cualquier cosa”, afirma Rodrigo Fajardo, presidente de Falabella, al comentar, y señala que la situación ha obligado a las empresas a pensar más sus decisiones de expansión y al consumidor a limitar sus gastos, y eso ha hecho que el país esté frenado.
Consumo
En todo caso, comenta que por lo que se ha visto en las tiendas es alentador que noviembre y diciembre sean meses más expansivos.
“Felizmente la economía va en la dirección correcta, la inflación va bajando, aunque lenta, y por ende las tasas de interés también van a bajar. Entonces me imagino que vamos a volver a la normalidad en el segundo semestre del próximo año”, afirmó a Portafolio.
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Carlos Gómez, cabeza de la operación de la cadena francesa especializada en artículos deportivos Decathlon, opinó que según las estimaciones, la primera parte del año no será fácil para todo el retail.
“Creo que enero, febrero, marzo, abril e incluso hasta mayo serán un poco más lentos, a la par de la economía, y a partir de junio se irá reactivando”, dijo.
Consumo
La más reciente encuesta de los comerciantes, en la Bitácora de Fenalco, muestra en noviembre, después de varios meses, una leve mejora en materia de expectativas para los meses que vienen frente a octubre.
El 26% de los empresarios esperan ventas más altas y en el mes anterior así lo afirmó el 24%. En cambio, se mantuvo en 26% el porcentaje de quienes creen que el nivel de ventas disminuirá.
Las previsiones en torno a que en los próximos seis meses seguirá ‘el chaparrón’ para el consumo tienen como punto de partida indicadores en esa dirección. Por ejemplo, Fedesarrollo presentó hace unos días el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) a noviembre y allí se ve una disminución de 6,9 puntos porcentuales frente a octubre, llegando a -20,9%.
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En el análisis de ese centro de estudios se advierte que al comparar los resultados de lo corrido del cuarto trimestre de 2023 con los del tercer trimestre, se observa una disminución de 0,8 pps y 0,4 pps en la valoración de los consumidores sobre la situación de sus hogares y de su país, respectivamente.
Sin embargo, la disposición a comprar bienes durables se ubicó en -31,5%, un incremento de 4,6 pps en comparación con el balance registrado en el tercer trimestre de 2023.
Consumo.
El deterioro en la demanda ha pegado directamente a la actividad productiva, a tal punto que el 44,5% de los empresarios lo considera el principal problema de la industria en la última encuesta de la Andi revelada a finales de noviembre, pero que contabiliza respuestas a septiembre.
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A esa variable se suman otros factores como el tipo de cambio, el costo en el suministro de materias primas, la incertidumbre con las reformas que tiene en curso el Gobierno, los problemas de la infraestructura, los costos logísticos, los costos financieros, las estrategias agresivas de precios, la inflación y la rentabilidad.
El panorama ha hecho que la percepción de los empresarios sobre el clima de los negocios sea desfavorable.
Consumo de hogares.
Es así como el 60,9% de los empresarios encuestados señale que la situación actual de su empresa es buena. Dato que es inferior al de igual mes del año pasado cuando así respondió el 76,5%.
Quienes consideran una mejora en el inmediato futuro corresponde al 31,7%, mientras que en septiembre de 2022 el porcentaje fue 32,4%.
En materia de inversiones, el informe de la última encuesta de la Andi indica que el 52% de las empresas que contestaron están desarrollando o tiene previsto adelantar proyectos de inversión productiva en el corto plazo.
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Por su parte, el 39,8% ha decidido no llevar a cabo ningún proyecto de inversión y el 8,3% los ha aplazado.
“Comparado con los resultados obtenidos en 2022, se evidencia un incremento en el porcentaje de empresas que tienen previsto realizar proyectos de inversión, lo que constituye un efecto favorable para el crecimiento económico del país”, concluye el análisis del gremio.
Al preguntarles si han ajustado el monto de inversión de sus proyectos, el 66,7% de ellos responde que no lo ha ajustado, el 19,3% que lo ha disminuido, y el 14,1% lo ha incrementado.
CONSTANZA GÓMEZ GUASCA
Periodista de Portafolio