Por Hatem Khaled
GAZA (Reuters) – La ofensiva de Israel en Gaza ha pulverizado la mayoría de sus instalaciones y equipamientos deportivos, pero eso no ha impedido que el entrenador de boxeo Osama Ayoub entrene a niñas palestinas en un campamento de tiendas de campaña que no ofrece protección contra ataques aéreos o bombardeos.
El club de boxeo donde las chicas aprendían a golpear, a desarrollar su resistencia y a hacer amigas ha sido demolido.
En el espacio abierto y arenoso entre las tiendas donde ahora practican las niñas desplazadas no hay equipos de protección, ni ring ni sacos de boxeo (un colchón y una almohada tendrán que bastar), pero Ayoub dice que el entrenamiento las ha ayudado a superar su miedo a la guerra.
«Empezaron a salir a la calle, a salir de noche, sus personalidades se hicieron mucho más fuertes, e incluso sus familias vieron que eran más fuertes», dijo.
Todo es cuestión de improvisación. Una niña muy joven lanza puñetazos con las manos desnudas y se mueve de izquierda a derecha para esquivar puños imaginarios. «Lanza un derechazo», grita el entrenador, que luego levanta sus propios puños para que las niñas los golpeen por turno.
«Tienen determinación, tienen alegría, tienen coraje. Al principio tenían miedo de la guerra que estamos viviendo, pero a través del boxeo se han beneficiado mucho», dijo.
Gaza ofrecía áreas de juego, fútbol, tenis, karate y otros deportes antes de que aterradoras bombas comenzaran a caer del cielo, arrasando barrios enteros.
Los intentos de reanudar las actividades deportivas son arriesgados, incluso cuando se practican al aire libre. El martes, un misil israelí impactó en un campamento de tiendas de campaña donde se estaba jugando un partido de fútbol y mató al menos a 29 personas, según informaron funcionarios palestinos.
Sin embargo, los boxeadores sueñan con competiciones internacionales en el extranjero, a mundos de distancia de Gaza, un enclave diminuto y densamente poblado que sufría pobreza y alto desempleo incluso mucho antes de que Hamás desencadenara la guerra el 7 de octubre al atacar a Israel.
«Espero que esta guerra termine y que nuestro mensaje llegue a todo el mundo en nombre de las chicas de Gaza», declaró uno de los boxeadores, Bilsan Ayoub.
Las posibilidades de que eso ocurra pronto son escasas. Meses de mediación por parte de Estados Unidos, Egipto y Qatar no han logrado asegurar una tregua entre Israel y su archienemigo Hamás, y mucho menos un alto el fuego permanente.
Así que todo lo que los boxeadores pueden hacer es seguir practicando mientras cada lado exige concesiones del otro y el conflicto continúa.
«No nos queda nada, estamos desplazados. No tenemos pinzas, guantes, protección dental», afirma Ayoub, que tiene que improvisar cada día para mantener vivo su sueño de competir a nivel internacional.
«Las herramientas son muy simples, pero queremos continuar en este juego hasta lograr nuestro sueño y terminar la guerra», dijo.
(Escrito por Michael Georgy; editado por Philippa Fletcher)