Las fuerzas de seguridad mexicanas lanzaron gases lacrimógenos y piedras a quienes atravesaran el río. Según el Instituto Nacional de Migración (INM), los migrantes devolvieron esos proyectiles contra los uniformados.
Este lunes, cientos de migrantes centroamericanos que aguardaban en el puente fronterizo Rodolfo Robles, que conecta Tecún Umán (Guatemala) con Ciudad Hidalgo (México), cruzaron por el río Suchiate después de que las autoridades mexicanas rechazaron las solicitudes de ingreso.
En un comunicado, el Instituto Nacional de Migración (INM) de México informó que instaron al grupo de migrantes centroamericanos, la mayoría de Honduras, a ingresar de manera segura y ordenada al país para tramitar su solicitud. No obstante, la dependencia advirtió que las leyes mexicanas no contemplan una «calidad migratoria de tránsito», y en consecuencia, «no es posible obsequiar positivamente su petición«.
Medios locales reportaron que ante la falta de certeza legal para ingresar por vía terrestre, un grupo importante del contingente decidió cruzar por el río Suchiate para ingresar a territorio mexicano. «Y nos vamos para el río», anunció uno de los organizadores de la caravana.
No obstante, cuando cientos de migrantes caminaban por el río Suchiate (con bajo caudal), las fuerzas de seguridad mexicanas lanzaron gases lacrimógenos y piedras a los miembros de la caravana que la semana pasada salió de San Pedro Sula, Honduras, con rumbo a EE.UU., huyendo de la pobreza, la violencia y la falta de oportunidades en Centroamérica. Según el Instituto Nacional de Migración, algunas personas arrojaron los proyectiles de vuelta a los uniformados.
El viernes pasado, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, informó que habría disponibilidad de 4.000 empleos en la frontera sur del país para los migrantes que integran la caravana, incluyendo menores de edad. Un día después, se registraron algunos incidentes entre los ciudadanos centroamericanos y miembros de la Guardia Nacional de México.
Deportaciones
Cuando la situación se calmó, ingresaron grupos pequeños a territorio mexicano para tramitar sus solicitudes, siguiendo la orden del Gobierno mexicano de hacerlo de manera regular y ordenada. Sin embargo, la respuesta a sus solicitudes no fue la esperada.
El Instituto Nacional de Migración informó el domingo en un comunicado que recibieron a 1.087 migrantes centroamericanos en las fronteras de Tabasco y Chiapas (sur de México), pero que en la mayoría de los casos, se procedería «al retorno asistido a sus países de origen«.
Las autoridades advirtieron este lunes que trasladarán a las estaciones migratorias a las personas que no acrediten «una condición de estancia regular», para resolver su situación jurídica y, de ser el caso, deportarlos.
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