“Yo acepté el ministerio de Hacienda y Crédito Público, además dejando de lado mis actividades académicas a las cuales he destinado más años de mi vida que a cualquier otra cosa con el propósito de servir a mi país, y ese servicio a mi país lo valoro fuertemente”.
Con estas palabras se despidió José Antonio Ocampo tras nueve meses en la cartera. El exministro fue uno de los ocho cambios que anunció el miércoles el Presidente Gustavo Petro en su gabinete.
(Nuevo ministro de Hacienda, un viejo conocido del presidente Petro).
Hace cuatro días Ocampo le aseguró a Portafolio que ya tenía aprobado su segundo año de licencia en la Universidad de Columbia para poder continuar al frente del ministerio. Su salida tomó por sorpresa al mercado, los expertos, las empresas y a la ciudadanía.
El rol de ministro de Hacienda no era ajeno a Ocampo, quien ya se había sentado en ese despacho en el gobierno de Ernesto Samper, entre mayo de 1996 y noviembre de 1997. Su nombramiento fue visto con buenos ojos y apaciguó al mercado a nivel nacional e internacional por su basta experiencia en el sector público.
(‘Logramos generar confianza en el país’: José Antonio Ocampo).
A pocas semanas de llegar al ministerio, Ocampo cumplió con la primera gran tarea que le puso Petro: la reforma tributaria.
El ahora exministro logró la aprobación del ambicioso proyecto del primer mandatario: una reforma progresiva que grava a los más adinerados y a sectores como el de hidrocarburos y que tiene como meta, tan solo para 2023, un recaudo de $19,7 billones.
(Logros e hitos de los funcionarios que dejaron el Gobierno).
El segundo gran logro de Ocampo fue la aprobación del Presupuesto General para 2023, con un monto histórico de $405,6 billones. Para este presupuesto consiguió la aprobación de $14,14 billones adicionales frente a los recursos del proyecto original, radicado por el Gobierno anterior.
Sumado a ello, en este momento el Gobierno está tramitando un proyecto de adición presupuestal, que elevaría el monto del presupuesto a $414,2 billones.
(Cómo reaccionarían los mercados a los cambios del gabinete de Petro).
Además, la gestión de Ocampo se caracterizó por los mensajes de tranquilidad a los mercados, anuncios claros sobre el compromiso de la regla fiscal y una relación cálida con la banca multilateral, los organismos internacionales y las calificadoras de riesgo.
De hecho, ayer en la mañana el ministro se reunió con Moody’s y, según reportaron algunos medios, en dicho espacio aseguró que no se iba del Gobierno.
Por ello, su salida tomo por sorpresa a más de uno.
(El deseo que no fue: Ocampo quería seguir en Hacienda, pero lo sacaron).
“En una decisión completamente inesperada, el Presidente decidió aceptar la renuncia del ministro en medio del cambio anunciado de gabinete”, indicó Daniel Velandia, economista jefe de Credicop Capital.
Según Velandia, “Ocampo ha sido un factor determinante para generar tranquilidad en los mercados en medio de la presentación de reformas por parte del Gobierno que generan preocupaciones por su potencial impacto fiscal”.
(El perfil de los siete ministros que llegan al Gobierno Petro).
Así mismo, Theodore Kahn, director asociado de Control Risks, reconoció que la salida de Ocampo de la cartera puede generar ruido en el mercado, pues no queda claro el motivo.
“Bonilla es una persona muy cercana a Petro, que en principio se puede ver como aceptable por los mercados, pero también quedará una gran preocupación alrededor de por qué salió Ocampo, por ello serán muy importantes las declaraciones del nuevo ministro y ver si seguirá la línea que se venía manejando en temas como la regla fiscal”, aseguró.
LAURA LUCÍA BECERRA ELEJALDE
Periodista de Portafolio