En el aniversario del referéndum de 1967, el gobierno ha pedido a los australianos que voten sí por una Voz Indígena en el parlamento, en medio de afirmaciones de la oposición que podría retrasar la reconciliación.
La ministra para los indígenas australianos, Linda Burney, estuvo en Uluru el sábado para el 66 aniversario del referéndum en el que los aborígenes y los isleños del Estrecho de Torres se contaron como parte de la población.
Pidió un nuevo reconocimiento constitucional e instó a los australianos a votar sí en un referéndum de 2023 que verá una voz indígena consagrada en la Constitución.
“En 1967, fuimos contados. En 2023, buscamos ser escuchados”, dijo Burney.
“Hoy se cumplen 66 años desde el referéndum de 1967, uno de los referéndums federales más exitosos en la historia de Australia.
“Un día en que los australianos se unieron para votar a favor de cambiar la constitución, de modo que los aborígenes y los isleños del Estrecho de Torres se cuenten como parte de la población.
“En 1967 los australianos votaron sí. En 2023, los australianos pueden volver a votar sí, esta vez por el reconocimiento constitucional a través de una voz”.
Burney estaba hablando en Uluru para el inicio de la Semana de Reconciliación Nacional.
Junto a ella estaban miembros del grupo de compromiso del referéndum del gobierno.
“Este referéndum será determinado por el pueblo australiano, no por los políticos”, dijo Burney.
“Tengo mucha fe en el pueblo australiano”.
Sus llamadas se producen cuando el líder de la oposición, Peter Dutton, expresó su preocupación de que un voto por el “sí” haría más daño a las perspectivas de reconciliación.
Dutton le dijo a The Australian que si fallaba un referéndum, el país se salvaría de una “interrupción significativa de nuestra forma de gobierno y nuestra democracia”.
“Creo que existe la posibilidad de que retrase la reconciliación porque hay muchas personas a las que el primer ministro les ha dado esperanzas”, dijo Dutton.
«Tendrá que afrontar las consecuencias si falla».