Namal dijo que renunció con la esperanza de que ayudaría a la «decisión del presidente y el primer ministro de establecer la estabilidad» para los habitantes de Sri Lanka y el gobierno.
El ministro de Educación, Dinesh Gunawardena, dijo a los medios locales el domingo por la noche que «entregamos nuestras cartas de renuncia al primer ministro».
«El presidente y el primer ministro discutirán y tomarán las decisiones pertinentes», dijo, sin aclarar cuántos ministros habían ofrecido renunciar.
Udaya Gammanpila, jefe de uno de los 11 partidos políticos que forman la coalición gobernante, dijo que se había reunido con el presidente y el primer ministro el domingo con un plan para formar un nuevo gabinete.
«Nuestra propuesta inicial era establecer un gobierno interino que representara a todos los partidos políticos del gobierno», dijo a Reuters Gammanpila, del partido Pivithuru Hela Urumaya.
La nación isleña de 22 millones, frente al extremo sur de India, también está lidiando con una inflación vertiginosa después de que el gobierno devaluara su moneda el mes pasado antes de las conversaciones con el Fondo Monetario Internacional para un programa de préstamos.
El gasto del país ha excedido sus ingresos bajo los sucesivos gobiernos mientras que su producción de bienes y servicios transables ha sido inadecuada.
Los déficits gemelos quedaron gravemente expuestos por la pandemia de COVID-19 que paralizó su pilar económico, la industria del turismo.
