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Moody´s, S&P Global y Fitch Ratings: Las tareas pendientes que le dejaron las calificadoras a Colombia | Economía

Las tareas pendientes que le dejaron las calificadoras al país | Economía

En los últimos tres meses las calificadoras de riesgo Moody’s, S&P Global y Fitch Ratings mantuvieron la nota del país con perspectiva negativa, y dejaron unas tareas pendientes para que Colombia mantenga su grado de inversión para los próximos años.

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Expertos coinciden en que los mensajes de las firmas son claros en señalar la necesidad de que el país logre el ambiente para tramitar una reforma tributaria, que ayude a tapar el hueco fiscal de dos puntos del PIB, lo que equivale aproximadamente a $20 billones.

A eso se le suma la titánica tarea de mantener un crecimiento estable en el mediano plazo, teniendo en cuenta las dificultades sociales y políticas, empeoradas por la pandemia, y que podrían afectar un alza del PIB para el 2022 en adelante, así como el nivel de deuda pública y el déficit fiscal.

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En ese sentido, la que se pronunció recientemente fue Moody’s, que aunque mantuvo la nota de Colombia en ‘Baa2’, le cambió su perspectiva de estable a negativa. Con eso lanzaron una alerta sobre la urgencia de unos cambios estructurales tributarios, que vayan en línea con una mejora de las finanzas públicas y el recaudo.

“La perspectiva podría volver a estabilizarse si Moody’s llegara a la conclusión de que las medidas que implementarán las autoridades en los próximos años resultaron eficaces para generar un aumento sustancial de los ingresos públicos y, al mismo tiempo, abordar las rigideces del gasto, elementos que con el tiempo conducirían a una consolidación fiscal sostenida y coeficientes de deuda pública decrecientes”, dijo la calificadora en un informe sobre la situación del país.

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Por su parte, cabe recordar que en noviembre Fitch Ratings también mantuvo la calificación de Colombia en ‘BBB-’ y su perspectiva se reafirmó como negativa. Según Richard Francis, analista para América Latina de esa calificadora, el tema clave para la agenda del otro año será la reforma tributaria. “También estaremos pendientes de si esta medida será suficiente para incrementar los ingresos y tener un ajuste fiscal”, dijo.

Standard & Poor’s Global, por su lado, también mantuvo la calificación de Colombia en ‘BBB-’ con perspectiva negativa. Según esa calificadora, la decisión respondió a la fuerte contracción de la economía, por lo que un rápido crecimiento para el otro año será clave para que el país reciba buenas noticias en 2021.

“Esperamos que el gobierno aplique políticas para contener los déficits fiscales futuros a medida que ceda el impacto de la pandemia. Sin embargo, el debilitamiento de las finanzas públicas puede persistir más de lo esperado, lo que derivaría en una baja de calificación”, dice S&P Global.

En esa línea, Francis también destacó que su calificadora tiene algunas preocupaciones con la posibilidad de que el país logre mantener una tasa de crecimiento sostenible de la economía en el mediano plazo, superior al 3%. “En eso tenemos dudas, por lo que también estaremos atentos a las señales que haya”, dijo.

Y es que el crecimiento económico del país se ha visto afectado, entre otras cosas, por los cierres de principales ciudades por cuenta de los contagios, lo que desencadenó una caída dramática de la economía en el segundo trimestre de 15,7% y de 9% en el tercer trimestre, sumado a una tasa de desempleo que alcanzó a tocar el 20% en los primeros meses de la crisis.

Una de las respuesta del Gobierno fue conseguir recursos para el Fondo de Mitigación de Emergencias (Fome), que centralizó el presupuesto para atender los efectos de la pandemia. Esas decisiones, coinciden las calificadoras, fueron una salida urgente a los efectos de la crisis, pero también aumentaron la presión del manejo de las arcas públicas.

“La perspectiva negativa refleja los riesgos de que los efectos económicos y fiscales del impacto del coronavirus, que identificamos como un riesgo social, puedan dejar un impacto duradero en la fortaleza fiscal de Colombia y su perfil crediticio general. Luego de un fuerte deterioro en las métricas de deuda en 2020, esperamos que el ajuste fiscal comience en serio en 2022, con resultados supeditados a una reforma tributaria que se discutirá en 2021”, apunta el informe de Moody’s.

Ante esa situación, las calificadoras también confirmaron en varias ocasiones, y lo han demostrado con la situación que vive el país y la región, es que han dado un compás de espera para tomar decisiones importantes. “El país tiene el reto de tramitar lo más pronto posible el proyecto de una posible reforma fiscal”, destacó Francis.

Mauricio Reina, investigador de Fedesarrollo, cree que el país tendrá al menos hasta el cierre del 2021 para poder mejorar su situación fiscal y de deuda, con el fin de que las calificadoras den el visto bueno de que esas tareas se cumplieron. “Es muy probable que la reforma pase en el segundo semestre del otro año y, además, el Gobierno tendrá que hacer unos esfuerzos con el Congreso y políticos para que ésta pase”, dijo.

Finalmente, Juan David Ballén, director de Análisis y Estrategia de Casa de Bolsa, reiteró que en medio de la preocupación por una posible baja de la nota soberana, también hay que tener en cuenta que el país ya venía con problemas fiscales y de deuda desde antes de la pandemia, por lo que urgen cambios estructurales. “Definitivamente, no creo que si nos empeoran la nota, la inversión extranjera se vaya a frenar lo suficiente, pero sí tenemos que hacer algo”.

María Camila González
En Twitter: @CamilaGolarte

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