mostrar desde el comienzo su estilo de gobierno

Aunque políticamente Gustavo Petro y Álvaro Uribe son los polos extremos, en otros asuntos hay cosas que les unen y mucho, al menos en el tema del trabajo, en donde ahora el entrante mandatario del país desde ya puso en uso el dicho que le caracterizó por muchos años a Uribe: Trabajar, trabajar, trabajar.

Y es que así lo quiere Petro para empezar a poner en marcha desde el 7 de agosto su propio sello y estilo de gobierno, una izquierda progresista, que se aleja de la corrupción y que le va a cumplir a los colombianos, incluso a los que no votaron por él.

Aunque a menos de diez días de estar juramentándose Petro no ha nombrado a todos sus ministros, ya empezó a avanzar en asuntos muy fundamentales para su gobierno, sin importar que esos aún siguen siendo resorte de su antecesor Iván Duque, quien le dio un manejo muy diferente a lo que hará el entrante presidente.

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En esa lista están asuntos que en los cuatro años de Duque quedaron en el congelador por no decir que en el gaveta, como lo fueron el diálogo de paz con la guerrilla del ELN, el proceso de sometimiento de los grupos armados ilegales y la relación con Venezuela, en donde su mandatario Nicolás Maduro le consideró como un dictador y por eso rompió todo tipo de diálogo y relación.

La paz

El asunto de la paz para Petro estuvo incluso por encima que el económico, de ahí que su primer ministro, Álvaro Leyva Durán, arrancó una agenda internacional centrada en volver a tener a Colombia en paz y así cumplir el proceso que se hizo con las Farc.

Leyva, un veterano político, ha dedicado gran parte de su vida a esos asuntos, incluso en gobiernos anteriores había sido el facilitador para que los mismos hablaran con los jefes de la entonces guerrilla de las Farc, pero por diversos asuntos no se dio.

En esta oportunidad parece que el tema de los diálogos de paz están en las prioridades del gobierno Petro. El canciller ha vuelto a retomar el contacto con socios que fueron claves en la negociación con Farc y con el ELN en el gobierno Santos, los países europeos y Chile. En el caso de Chile el propio presidente Gabriel Boric, le dijo a la vicepresidente Francia Márquez, que ofrece su país como sede esos nuevos diálogos con la guerrilla.

Sin embargo al presidente Petro le parece mejor que sea en Cuba, por muchas razones, en particular porque se vuelve a reestablecer de lleno una relación diplomática que se distanció durante los cuatro años de Iván Duque. “El reinicio de protocolo suspendido de tipo diplomático permite la continuidad de los diálogos del ELN allí, el Gobierno cubano será el que diga si quiere mantenerse como anfitrión, si el Gobierno de Noruega quiere mantener su papel como garante, eso se puede abrir a otros países, España ha demostrado su disposición y ahora Chile”, expresó Petro tras una cita con embajadores europeos.

Incluso desde Cuba, el máximo jefe del ELN, Nicolás García, señaló que esa organización guerrillera está dispuesta a retomar la negociación con el gobierno colombiano, incluso con lo que se había avanzado hasta hace cuatro años. Sin embargo para que esto sea realidad Petro ya les envió un mensaje claro, que deben cesar la violencia en los territorios para empezar a pensar en un posible cese bilateral al fuego.

Otro diálogo, tal vez no tan inmediato, es el que buscaría la administración Petro con los otros grupos armados ilegales, en particular para buscar su sometimiento a la justicia. Incluso ya desde hace dos semanas se habla de cómo sería esa figura que se podría tener. La preocupación son las acciones violentas que ha incrementado en las últimas semanas el Clan del Golfo, que ha puesto como objetivo a los policías.

“Con el Clan del Golfo se le posibilita un desmantelamiento pacífico, de mostrar fuerzas matando a policías jóvenes que al final no tienen ninguna responsabilidad con las situaciones del país no es el camino, el camino es plantear de frente una política de facilitación, es difícil pero hay que plantearla, desde aquí les digo suspendan la muerte el camino es la vida”, dijo Petro,

El mandatario reiteró: «El contacto debe ser judicial, no se trata de una negociación política, tiene que ver mucho con negociaciones judiciales, es la justicia la que tiene que dar la posibilidad de un sometimiento a la justicia digno, la dignidad tiene que ver con la verdad, con la reparación a las víctimas, siempre y cuando haya garantía de no repetición”.

Muy cerca de Maduro

Sin duda alguna el restablecimiento de las relaciones con Venezuela es la impronta que espera dar de entrada Petro. Desde la campaña y ahora en el mes y medio de electo, el presidente Gustavo Petro ha evidenciado que con ese país se tendrá el mecanismo para volver a la relación fluida que hubo por años, pero que por la era de Chávez y Maduro se distanció con los gobierno anteriores de Colombia.

Y esta semana que termina se dio un paso fundamental en ese propósito, cuando en el estado de Táchira, San Cristóbal, el ministro de Relaciones Exteriores designado, Álvaro Leyva, se reunió con su homólogo de Venezuela, Carlos Faria, como preámbulo al restablecimiento de relaciones diplomáticas con el país actualmente gobernado por Nicolás Maduro.

Los ministros acordaron que a partir del próximo 7 de agosto, día en el que se posesiona oficialmente Gustavo Petro como presidente, Colombia y Venezuela comenzarán a trabajar para restablecer las relaciones diplomáticas entre ambos países.

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“Han reafirmado los lazos históricos de hermandad, complementariedad, cooperación, que unen a nuestros pueblos. Los cancilleres expresaron su voluntad de avanzar en un agenda de trabajo para la normalización gradual de las relaciones binacionales a partir del próximo 7 de agosto con el nombramiento de embajadores y demás funcionarios diplomáticos”, afirmó Leyva en una declaración conjunta.

Faria destacó la importancia del restablecimiento de las relaciones bilaterales, “hemos conversado, acordado, hemos estado en coincidencia con el hecho de que debemos ver con cuidado y trabajar en pro de la paz, la seguridad de la frontera, de la apertura gradual de la frontera, aspecto que va a beneficiar de manera directa e inmediata a nuestros pueblos, hemos hecho un recuento histórico”.

Incluso se tiene, por Colombia, quien sería el embajador en ese país, Armando Benedetti, quien sería el articulador de que se empiece esa normalización de las relaciones. Al respecto el presidente Petro señaló que: “Se está estudiando, es una de las posibilidades, todavía el canciller tiene el poder de escoger los embajadores, se ha discutido pero no se han tomado decisiones”.

La apuesta económica

Otro frente con el que ya arrancó Petro sin que se haya posesionado es con el político, desde el pasado 20 de julio logró una coalición muy fuerte en el Congreso de la República, la cual le ayudará a que toda o al menos gran parte de su agenda de reformas legislativas le sean aprobadas.

Petro con un ministro de Hacienda de lujo a nivel nacional e internacional, José Antonio Ocampo, le está apostando a su principal proyecto, la reforma tributaria, con la cual espera recaudar al menos 50 billones de pesos que serán fundamentales para arrancar a cumplir sus promesas de campaña

Su principal socio para lograrlo será su partido Pacto Histórico, a la cabeza del presidente del Senado, Roy Barreras, quien ya habría ideado el cronograma para sacar adelante la tributaria y otras reformas, entre ellas la agraria, la política y la electoral.

“Ya tenemos un cronograma definido con fechas exactas para la radicación de los proyectos más importantes. El 8 de agosto se deben estar radicando todos estos proyectos”, indicó Barreras al entregar el balance del encuentro que tuvieron con el presidente Petro en Santa Marta, en donde acordaron que el acelerador será la indicación para el trámite de esas reformas constitucionales y las leyes, al punto que se espera que para el 30 de noviembre deben estar aprobadas.

Barreras explicó además que “la segunda reforma -después de la tributaria- será la ley contra el hambre, que implicará subsidios a los alimentos y a los fertilizantes para bajar los precios de los alimentos más primordiales de la canasta familiar. Esta irá por la Comisión Quinta”.

Indicó además que la reforma rural integral también se radicará y estará conformada por varias leyes como es la jurisdicción agraria, estatuto del campesino y la ley de baldíos, las cuales se tramitarán al mismo tiempo.

Una ley que además tendrá especial interés para la administración nueva es la Ley General de Presupuesto de la Nación. La Comisión Primera tendrá la tarea se tramitar la reforma política anticorrupción que implica arrancar de raíz el sistema clientelar de la compra y venta de votos.

No hay duda que el dicho popular de que escoba nueva barre bien, es el que desde ya empezó a poner en práctica Gustavo Petro, para lograr cumplir un propósito que ya alcanzó en parte, mostrar que la izquierda en Colombia puede gobernar mejor que la derecha.

Fuente de la Noticia

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