Redacción
La importancia de incluir a las mujeres en el desarrollo e implementación de las nuevas tecnologías, los desafíos del sistema interamericano y el refuerzo de la gobernanza democrática en América Latina fueron los temas clave del último día de la Conferencia CAF en Washington.
Durante el encuentro, los expertos hicieron hincapié en la “impresionante brecha” que existe en la incorporación de las mujeres latinoamericanas en los sectores productivos.
Ana María Biardi, gerenta de género, inclusión y diversidad de CAF, apuntó que en la región el 27 % de las mujeres no dispone de un ingreso propio, y su participación económica es de 50,9 %.
Es decir, que por cada 100 hombres pobres en América Latina, hay 116 mujeres pobres, según dijo Biardi.
“No solamente se trata de un tema de justicia social, se trata de un tema de desarrollo económico”, apuntó Priscila Villanueva, especialista en transformación digital de la Universidad LEAD de Costa Rica.
Villanueva detalló cuatro barreras a las que se enfrentan las mujeres, los “sesgos inconscientes” que se relacionan a los estereotipos de género, el rol de cuidadoras que se impone en la sociedad, el acceso a recursos y financiamiento, y la infraestructura tecnológica.
“Cuando igualas y das a las mujeres las mismas oportunidades para ser empresarias para ser dueñas de pequeños negocios, vemos aumentar el producto interno bruto global en hasta 5 billones de dólares”, apuntó Tania Banens, vicepresidenta de productos, sostenibilidad e inclusión de Mastercard.
Además, se encontró que en América Latina, cuatro de cada 10 mujeres no pueden costar la conectividad. Es decir, los dispositivos tecnológicos para acceder a internet, o el mismo servicio de wifi.
Mariana Costa, cofundadora de Laboratoria, una organización que trabaja por la diversidad de la economía digital, agregó que en “América Latina fallamos en comprender que traer a la próxima generación no es responsabilidad únicamente de las mujeres” y por lo tanto, “no hemos priorizado construir sistemas de cuidado” que le permita a las mujeres insertarse en el mundo laboral en su totalidad.
“Parte de la solución es que las mujeres están detrás de los espacios digitales que definen nuestra vida (…) tenemos que lograr que la agenda de equidad de género no deje de ser prioridad”, sentenció.
Durante el último día de la Conferencia CAF también se discutieron los desafíos financieros que quedan para los migrantes en América Latina, especialmente, según expertos, en el acceso a los bancos. Además, resalte cómo las remesas suponen un impacto económico para la región.
Los desafios del sistema interamericano
Al iniciar el evento, la expresidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, y el embajador de EEUU ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), Francisco Mora, intercambiaron pensamientos sobre el futuro del sistema interamericano “a la luz de muchos de los desafíos que la región está enfrentando”.
Entre ellos, la migración, la inseguridad y el “deterioro de algunas instituciones democráticas”, dijo Chinchilla.
Mora, detalló que la OEA tiene una “situación fiscal muy delicada” y resaltó la aprobación del primer aumento en el presupuesto de la organización que se modificó el pasado miércoles, el primero en más de diez años.
“Hay un reconocimiento por parte de la gran mayoría de los miembros de que no solo vale la pena sino que es importante (el presupuesto) para enfrentar estos temas”, agregó.
Mora hizo referencia a la reunión que sostuvo el consejo permanente de la OEA el martes, donde se plantearon dichos desafíos a los que se enfrenta la Carta Democrática Interamericana y la importancia de revisar su alcance.
Durante la conversación final de la Conferencia CAF sobre gobernanza democrática, Antonia Urrejola Noguera, exministra de Relaciones Exteriores de Chile, también aportó a la conversación sobre la Carta Democrática asegurando que “el problema que tenemos no son los quiebres democráticos tradicionales sino cómo llegan al poder personas por la vía democrática y luego utilizan las herramientas democráticas para establecer regímenes autócratas”.
Noguera tomó como ejemplo el caso de Nicaragua y el cierre de los espacios públicos en dicho país. “Es un régimen que está cada vez más aislado y cerrado al diálogo”, apuntó.
Ante esto, la exministra abundó en que “hay una obligación de los estados de escuchar más al Sistema Interamericano de DDHH” cuando emitieron comunicaciones sobre el deterioro de los espacios democráticos en la región.
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