En 2008 Colombia vivió una historia dolorosa, que conmocionó porque el mismo padre que había estado llorando y pidiendo a las autoridades que encontraran al bebé Luis Santiago, era quien había secuestrado y asesinado al niño. Orlando Pelayo, murió este viernes.
Noticias Colombia.
En el Hospital Rosario Pumarejo López, en Valledupar, este viernes 21 de abril a las 3 de la tarde, murió Orlando Pelayo Rincón, el hombre que en 2008 secuestró y mató a su hijo, el bebé Luis Santiago.
Pelayo, se encontraba en UCI, estaba hospitalizado desde el pasado 10 de abril por problemas de salud.
Desde el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario -Inpec-.
Orlando Pelayo mató a su hijo Luis Santiago
El hombre, tenía ya varios años preso en la Tramacúa, en un área de máxima seguridad, luego de que las autoridades descubrieron en 2008, que él, era el responsable del crimen del niño. Un caso que conmocionó al país.
Al sujeto se le vio ese septiembre del 2008, llorando, en las jornadas de oración y velatones, en los uqe se pedía a los captores, dejar al niño libre, sano y salvo.
Orlando Pelayo, lloraba. Se mostraba triste, acongojado.
Sin embargo, a los investigadores empezó a llamarles la atención algunos gestos que el sujeto tenía. Era el padre del bebé, pero levantaba sospechas.
Además, sus cómplices, una pareja que fue la que se llevó al bebé de su casa en Cundinamarca, lo delataron.
Al verse descubierto, dijo que sabía dónde estaba el niño, su cuerpo porque ya estaba muerto.
En efecto, al menor lo hallaron envuelto en un costal en un descampado.
«Una vez secuestraron el bebé, el padre del menor junto con sus cómplices recorrieron una vía hasta el cerro, el niño murió en el carro asfixiado con una bolsa. Días después el cadáver del bebé apareció abandonado en una zona boscosa a dos horas de Bogotá», describe EL TIEMPO.
Se fue «sin decir la verdad»
Este viernes tras conocerse su muerte, la madre del bebé Luis Santiago expresó tristeza porque al final, nunca le confesó por qué mató al niño.
«La verdad me deja sin palabras porque es un sentimiento de frustración, de rabia y tristeza, porque se fue con la verdad en la boca, o sea, él nunca quiso decir la verdad (…) Que Dios lo juzgue», le dijo la mujer a EL TIEMPO.
«Yo lo único por lo único que puedo decir que lo siento es por la familia porque, pues igual familia es familia y por más malo que haya sido el tipo, es un dolor para la familia», comentó Ivonne Lozano, la madre de Luis Santiago.
