En resumen
- Cuarenta y ocho niños en Zambia fueron rescatados de un campo de circuncisión masculina no autorizado después de que sus padres se quejaron de secuestros.
- Algunos niños sufrieron complicaciones médicas, entre ellos uno con esquistosomiasis, y un niño que tomaba medicación contra el VIH omitió tomar sus medicamentos antirretrovirales durante dos semanas.
- Las autoridades tomaron medidas contra los organizadores del campamento, quienes instalaron el lugar sin permiso y exigieron dinero a los padres.
- Los campos tradicionales de circuncisión masculina, conocidos como «mukanda», son controvertidos por su secretismo y sus duras condiciones.
Lusaka, Zambia– Cuarenta y ocho niños en Zambia han sido rescatados de un campo de circuncisión masculina, después de quejas desesperadas de algunos padres de que sus hijos habían sido secuestrados.
Uno de los niños estaba tomando medicación contra el VIH y no había tomado sus medicamentos antirretrovirales (ARV) durante dos semanas, confirmaron funcionarios a la BBC.
Las ceremonias tradicionales secretas de ritos de paso hacen que niños de entre 10 y 17 años pasen hasta seis meses recluidos en el bosque.
Las autoridades dijeron que el sitio, en las afueras de la ciudad de Livingstone, cerca de un parque nacional de vida silvestre, había sido establecido sin permiso, alegando que los niños estaban «enjaulados» en condiciones insalubres y peligrosas.
Tres de los niños rescatados fueron internados brevemente en el hospital, algunos para recibir tratamiento por complicaciones tras someterse a una circuncisión que normalmente se hace con hojas de afeitar.
Según la Corporación Nacional de Radiodifusión de Zambia (ZNBC), uno de los niños sufría de bilharzia, una enfermedad crónica que se transmite a través del agua contaminada y que perjudica el crecimiento y el desarrollo del cerebro de los niños.
El lugar de iniciación, establecido hace quince días, ya fue incendiado, según informó la radiodifusora nacional del país.
Quienes establecen dichos campamentos buscan niños no circuncidados para someterlos al ritual, conocido como “mukanda”, a menudo yendo a las escuelas y abriéndose paso en las aulas para recoger a aquellos que consideran de la edad adecuada.
No se consulta a los padres y los profesores no pueden hacer mucho para resistir sus tácticas de intimidación. Algunos de los chicos se someten voluntariamente, pero a muchos se les obliga a que no se salten la tradición.
La persona que montó el campamento fue reprendida el lunes por Mainga Kabika, la principal funcionaria del Ministerio de Género. Kabika encabezó un equipo de funcionarios de varios ministerios a Livingstone, un centro turístico para quienes visitan las cercanas cataratas Victoria, para investigar las quejas de los padres.
«Queremos preservar nuestra tradición, pero hay que respetar las normas. No se pueden hacer cosas que van en contra de la ley», dijo Kabika.
Según el periódico Daily Mail de Zambia, algunos de los niños habían sido abusados físicamente por los responsables del lugar después de que intentaron escapar durante la noche, incluido el niño que necesitaba antirretrovirales.
Según informes, los padres fueron contactados por teléfono con demandas de hasta $75 (£58) para gastos, a pesar de no dar permiso para la participación de su hijo.
Aunque la circuncisión quirúrgica masculina está disponible en hospitales públicos y privados en Zambia (a menudo promovida como una forma de reducir la infección por VIH), ciertos grupos étnicos prefieren el enfoque tradicional.
El procedimiento tiende a realizarse en el invierno del hemisferio sur para minimizar las molestias asociadas con el proceso de curación, aunque el rito de iniciación pretende ser una prueba de resistencia.
Se espera que los niños soporten el dolor y las difíciles condiciones de vida (por ejemplo, duermen en el suelo sin mantas) para demostrar su transición de la niñez a la edad adulta.
La iniciación está llena de secretismo: es un tabú cultural hablar de ello y a las mujeres no se les permite acercarse al lugar de la circuncisión.
“¿Cómo se puede retener a estos niños sin el consentimiento de sus padres? ¿Es eso lo que dice la tradición?”, se cita a la Sra. Kabika.
Billy Milimo, secretario de la Junta de Educación del Distrito de Livingstone, dio la bienvenida a la medida y dijo que la tradición era perjudicial para la comunidad.
“No sabéis lo emocionados que estamos. Nuestros profesores estarán encantados y bailarán”, afirmó, según el Daily Mail.
El propietario del campamento fue inicialmente arrestado, pero fue liberado con la condición de que quemara el sitio del campamento, compuesto principalmente por toscos refugios de madera, que no sólo limitaba con el Parque Nacional Mosi-Oa-Tunya sino que también estaba al lado de un cementerio.
