in

NO FUTURO

Foto tomada del portal Noticiero 90 Minutos.

Esta semana que acaba de terminar fue de noticias desafortunadas. La masacre de 5 menores de edad en Santiago de Cali impactó al país al enterarse de esta horrible tragedia y la sevicia que emplearon para el asesinato de estos jovencitos, a bala y cuchillo. Este lamentable hecho ocurrió el martes 11 de agosto. Y el jueves 13 cuando vecinos del barrio Llano Verde velaban a sus muertos, un desconocido arrojó una granada hacia el CAI pero impactó una vivienda. En este hecho murió una persona y 15 más quedaron heridas. Pareciera que la masacre de los muchachos no fue suficiente para amedrentar y generar terror entre los habitantes del barrio.

Algunas versiones dan cuenta que el terrible asesinato de los adolescentes fue por cuenta de bandas del narcotráfico que se han ensañado con este sector de la ciudad reclutando a menores de edad. Esto me lleva a reflexionar sobre esas áreas de nuestras grandes ciudades a las que les hemos puesto barreras que impiden que sus habitantes se integren al resto de la sociedad.

En el caso de Cali, se ha denominado Distrito de Aguablanca a gran parte del oriente de la ciudad integrada por barrios pobres y muy pobres. Siempre me ha parecido que llamar a este sector de Cali como “Distrito” ha sido discriminatorio y ha hecho que los demás habitantes de la capital del Valle del Cauca miren al Distrito de Aguablanca como si no fuera parte de Cali. Cali es Cali y el Distrito es el Distrito. Está por allá lejos, es gente muy pobre que asocian a delincuencia. Prácticamente son dos ciudades.

¿Pero qué nos pasa como sociedad cuando hacemos esta división? Sencillamente le estamos cerrando las puertas de la ciudad a centenares de miles de habitantes por su condición de pobreza y de raza, porque muchos de los barrios son habitados por afrodescendientes, como lo eran los 5 adolescentes masacrados. Y en esta división perversa que hemos generado, los niños y jóvenes son los más perjudicados. ¿Cuántos empresarios de Cali se atreven a emplear a muchachos de estos barrios de la ciudad? Diría que muy pocos. Una hoja de vida donde se lea que la persona proviene del Distrito de Aguablanca, prácticamente será desechada.

Pero el problema no es sólo de Cali, en Bogotá por ejemplo se han inventado a Ciudad Bolívar, es decir Bogotá es una ciudad y hay otra que se llama Ciudad Bolívar, con características similares al Distrito de Aguablanca por la pobreza y miseria de la mayoría de sus habitantes. Y si seguimos analizando nuestra perversa discriminación, podemos tomar como ejemplo también a Medellín con su Comuna Nororiental, integrada por barrios pobres en las laderas de las montañas que circundan la ciudad.

Así somos en Colombia. Nuestra lógica nos ha hecho crear ciudades dentro de nuestras propias ciudades. Pero para el infortunio de los habitantes del Distrito de Aguablanca o Ciudad Bolívar o la Comuna Nororiental, esas divisiones le han impedido a sus habitantes integrarse a las ciudades, se les niega ser parte de la sociedad, se les discrimina y se les genera un estereotipo que hace que miremos a la mayoría de sus residentes como si fueran delincuentes. No brindarles oportunidades también ha generado que los jóvenes del Distrito de Aguablanca hayan estado en la mira de bandas organizadas. Se habla desde enero que en ciertos barrios ha habido reclutamiento de jóvenes por parte del narcotráfico. Además de cerrarles las puertas para que ingresen a Cali, los hemos dejado solos, aislados, expuestos a bandas criminales y en un ambiente de guerra.

Esta masacre nos tiene que hacer reflexionar sobre el abandono que como sociedad hacemos de los sectores más humildes. Un abandono donde nuestros adolescentes se convierten en víctimas fatales de los delincuentes. Así fue como encontraron su muerte Juan Manuel Montaño de 15 años, Jair Andrés Cortez de 14 años, Jean Paul Perlaza de 15 años, Leyder Cárdenas de 15 años y Álvaro José Caicedo de 14 años. No futuro, podría ser la consigna y la marca invisible en la frente de muchos niños, adolescentes y jóvenes de este sector de la ciudad al que alguna vez bautizamos por desgracia “Distrito” de Aguablanca, como queriendo decir nosotros somos de Cali, ellos, por allá lejos, son del Distrito.

Deja una respuesta

Muertes por COVID-19 dejarán atrás al número de homicidios y feminicidios en lo que va del sexenio de López Obrador (Foto: EFE/Sháshenka Gutiérrez)

Muertes por COVID-19 dejarán atrás al número de homicidios y feminicidios en lo que va del sexenio de López Obrador

Calidad de la conexión a internet de Colombia en comparación con el resto del mundo - Novedades Tecnología - Tecnología

Calidad de la conexión a internet de Colombia en comparación con el resto del mundo – Novedades Tecnología – Tecnología