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No importa quién gane, EU está condenado a la deuda eterna (y México no se escapará de sus efectos)

6 tips para emprendedores ante el Covid-19


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This story originally appeared on Alto Nivel

Por Antonio Sandoval

Gane quien gane la próxima elección presidencial en Estados Unidos, no podrá evitar una política de deuda creciente, sino que la fomentará. Ya habría sentado las bases para la siguiente gran crisis financiera y económica global, cuando todavía estamos en la primera etapa de la crisis que generó la pandemia del Covid-19

Pensar en tan largo plazo podría resultar ocioso, pero no lo es. La propia Oficina Presupuestaria del Congreso de Estados Unido (CBO por sus siglas en inglés), acaba de emitir una proyección sobre la deuda pública del país para el año 2050; la conclusión es terrible para la economía estadounidense porque parece estar condenada a un endeudamiento constante que, a decir de la propia fuente de información, podría llevar al colapso económico del país y del mundo, en algún momento de los próximos años.

De acuerdo con estas proyecciones, la economía estadounidense llegaría a la primera mitad del presente siglo con una deuda pública equivalente al 195 por ciento de su PIB; si consideramos el nivel esperado para este año que como consecuencia de la pandemia se elevaría hasta 98 por ciento del PIB, hablamos de que en los próximo 30 años la deuda de la economía más poderosa del planeta se incrementaría más del doble, con riesgos hasta ahora poco explorados.

 

La pandemia sólo aceleró el proceso

Esta tendencia de crecimiento de la deuda pública de Estados Unidos (la que se encuentra en poder de otros países, tenedores privados y el Banco de la Reserva Federal), es constante desde hace varios años, pero las crisis de los últimos años aumentaron el ritmo.

La pandemia que nadie esperaba el año pasado elevó la proyección de 79 por ciento elaborada ese 2019 a un 98 por ciento cuando finalicen estos 12 meses. Antes de la crisis subprime, la deuda estadounidense se ubicaba en un módico 37 por ciento del PIB, lo que muestra con toda claridad el efecto de las crisis con sus olas masivas de estímulos económicos implementados para evitar el Gran Colapso o una nueva Gran Depresión. El objetivo se ha logrado hasta ahora pero no hay certeza sobre las consecuencias a futuro, sobre todo con estos niveles de deuda tan elevados en una economía tan influyente.

Un dato más, si consideramos que en los últimos 50 años el promedio de la deuda de Estados Unidos es de 43 por ciento, según la propia Oficina Presupuestaria del Congreso de Estados Unidos, podemos anticipar una verdadera tragedia económica con un nivel de deuda que para 2050 haría superado 4.6 veces el promedio del último siglo medido a partir de la pandemia.

Los presidentes que más han endeudado al país

Hasta ahora los presidentes que más han endeudado a Estados Unidos han enfrentado casi todos conflictos bélicos o problemas económicos de gran magnitud.

Por ejemplo, para sacar al país de la Gran Depresión, el artífice del “New Deal”, Franklin D. Roosevelt, aumentó 1,048% la deuda pública de la nación. Woodrow Wilson la incrementó 727% en medio de la Primera Guerra Mundial; Ronald Reagan la agrandó 185% durante su convulso periodo presidencial, que incluyó diferentes conflictos bélicos de escala mediana alrededor del mundo y una recesión económica, mientras que George Bush (hijo) tuvo que aumentar el endeudamiento 101% cuando la economía se cimbró por los ataques terroristas que marcaron al país para siempre.

Pero el aumento constante de la deuda que deriva en permanentes déficits presupuestarios (el país gasta más de lo que tiene disponible en sus presupuestos interanuales), ha llevado poco a poco a Estados Unidos a un territorio muy peligroso para los próximos años.

México, atado a EU irremediablemente

Imagine amable lector que la economía de Estados Unidos está representada por un escalador que va en ascenso en un muro sobre un acantilado, atado abajo de él va otro escalador, que representa a la economía de nuestro país. Si cae el escalador que va arriba, el de abajo lo sigue irremediablemente. No hay escapatoria posible.

En algunos años, si la situación empeora y el nivel de deuda de Estados Unidos, provocado en gran medida por los estímulos económicos generados a raíz de las dos primeras grandes crisis de este siglo (Subprime y Covid-19), llevan al colapso económico de la nación más poderos del mundo, México lo seguirá sí o sí, inevitablemente.

El problema, dicen los expertos, podría ser mayúsculo para ambas economías, porque tanto la de Estados Unidos como la de México enfrentarán en esos años, 2050 o antes, un proceso de envejecimiento poblacional irreversible, sumado a años y años del pago de intereses de deuda que erosionan las finanzas de cualquier país, y la expectativa de que los ingresos al menos en Estados Unidos suban muy poco en las siguientes décadas, la CBO calcula que la tasa promedio de las dos primeras décadas del siglo ubicada en 16.4 por ciento del PIB, subirá a sólo 18 por ciento entre los años 2040 a 2050.

Los retos futuros para México son cada vez mayores, enormes, sin considerar la problemática actual en la que se encuentra por el contexto global de la pandemia y sus múltiples efectos.

Decíamos que pensar en los próximos 30 años podría resultar ocioso, pero no lo es. Las proyecciones indican que las cosas podrían no estar mucho mejor de lo que están ahora si no se hace nada. Nuestro país no puede evitar que Estados Unidos deje de ser la máquina de endeudamiento que hoy es, pero sí puede pensar en las consecuencias que habría y tratar de sentar las bases para disminuir los riesgos.

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Fuente de la Noticia

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