No, leer un libro a la semana NO te hará exitoso

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El término «ratón de biblioteca» solía ser un insulto. Era una burla en el patio de la escuela, utilizado en el mismo contexto que geek, nerd o cerebrito. Pero la lectura ha sufrido un cambio de imagen. Ahora es cool leer, algo en lo que deberíamos meter en nuestras rutinas diarias simplemente porque es bueno para nosotros.

Muchos emprendedores y los líderes de opinión no pueden dejar de hablar sobre qué, cuándo y cuánto leen, y el mensaje es claro: más es mejor. Algunos incluso sugieren que deberíamos leer un libro al día si queremos tener éxito.

¿Pero quién tiene ese tipo de tiempo libre? Hay cientos de publicaciones de blog, videos y artículos con títulos como «Cómo leer 300 por ciento más rápido en 15 minutos» para tener la habilidad de la lectura rápida. Pareciera que necesitamos medir nuestras palabras leídas por minuto y devorar toda la lista de libros más vendidos del New York Times.

La lectura es uno de mis mayores placeres. Leo para explorar nuevas ideas y perspectivas. En los últimos 13 años, aprender de otros también me ha ayudado a iniciar mi negocio, JotForm, en una compañía que atiende a 4.3 millones de usuarios. Pero no me interesa juntar libros leídos como trofeos de caza.

Los secretos de la lectura veloz

En la década de 1960, el presidente estadounidense John F. Kennedy afirmó que podía leer 1,200 palabras por minuto. Mientras que la lectura veloz está disfrutando de un momento en los reflectores en los últimos años, la búsqueda de esta habilidad ha estado presente durante décadas.

Según la edición de 1990 de The Guinness Book of World Records, Howard Berg dijo que podía leer más de 80 páginas de texto por minuto. Eso es alrededor de 25 mil palabras cada 60 segundos. El especialista en lectura Mark Pennington, sin embargo, dice que las habilidades de Berg fueron fabricadas.

Los investigadores desacreditan sistemáticamente las afirmaciones de gente como Berg y la campeona mundial de lectura rápida Anne Jones, quien supuestamente leyó el thriller de 624 páginas de Dan Brown, Inferno, en 41 minutos y 48 segundos.

Keith Rayner, investigador de seguimiento ocular, por ejemplo, explicó que tácticas como leer simultáneamente grandes segmentos de páginas no son biológica ni psicológicamente posibles. Nuestra «área de visión foveal», una pequeña depresión en la mácula, es la única parte del ojo que puede enviar imágenes claras y enfocadas al cerebro. Cualquier cosa fuera de esta área entra en nuestra visión periférica.

Simplemente no podemos leer toda una página entera al mismo tiempo. El ojo humano no puede zigzaguear alrededor del texto y aún absorber el significado correctamente. Las aplicaciones que pretenden aumentar la velocidad de lectura mostrando una palabra a la vez también pueden ser engañosas. Es posible que prometan reducir el tiempo que pasan tus ojos moviéndose de palabra en palabra, pero no dejamos de pensar cuando nuestros ojos se mueven.

Procesamos contenido todo el tiempo, pero nuestros ojos se mueven solo el 10 por ciento del tiempo. Además, cuando el cerebro escanea una página en lugar de leerla, dedicamos menos tiempo y atención al análisis crítico, la interferencia y la empatía, escribió la psicóloga de la UCLA, Patricia Greenfield.

Eso significa que los que escanean no pueden absorber realmente lo que leen, y nos negamos a nosotros mismos la capacidad de entender ideas complejas o desarrollar opiniones informadas. La verdad es simple: a mayor velocidad de lectura, menor comprensión. Y eso está bien si está escaneando una lista de compras o buscando su asiento en el cine. 

A veces no necesitamos tomar en cuenta cada palabra. Pero si estamos tratando de ganar sabiduría y desafiar nuestro pensamiento, la velocidad borra todo el propósito.

«Tomé un curso de lectura veloz en el que pasabas el dedo por la mitad de la página y pude leer ‘La Guerra y la paz’ en solo 20 minutos. Se trata de Rusia», dijo en una ocasión Woody Allen

Leer bien es su propia recompensa

La ciencia, los negocios e incluso los expresidentes estadounidenses han contribuido a la fama de la lectura veloz. Pero hay una pregunta más profunda que no hemos abordado: ¿por qué queremos leer más rápido? Si alguien lee naturalmente un libro por semana, o incluso por día, eso es genial, si es un ritmo que disfrutan.

Todos tenemos diferentes velocidades de lectura y niveles de comprensión, dentro del rango de las capacidades humanas. No es necesario llegar a un número arbitrario, como terminar 100 libros por año. Luego está el hecho de que no todos los libros son creados iguales. Por cada título perspicaz e increíble que hay por ahí, la mayoría de los estantes también contienen una gran cantidad de obras malas. Algunos libros simplemente no valen la pena ser leídos. 

El gusto también varía. El libro que golpea un nervio para algunos dejará a otros aburridos hasta las lágrimas. Y todos leemos por diferentes motivos: desde escapar momentáneamente hasta adquirir conocimiento y deleitarnos con la belleza de la escritura magistral.

Hablando de belleza, muchos títulos merecen más que la lectura rápida. Estos libros deben ser saboreados, como una copa de buen vino. Correr a través de las palabras de Gabriel García Márquez, por ejemplo, es como asignar un retorno de inversión a uno de los mayores placeres de la vida.

Cuando leemos para cruzar una línea de meta, absorbemos muy poco y perdemos una oportunidad cada vez más rara de reflexión tranquila. Sí, algunas de las personas más exitosas del mundo leen mucho, pero también es porque tienen curiosidad y les encanta aprender. Por lo tanto, no debemos mirar cuánto leen, sino cómo leen.

Las diferentes formas en las que leemos

Todos participamos en tres tipos de lectura. Cuando te desplazas por Instagram u hojeas una revista en la caja del supermercado, es una lectura pasiva.

El segundo tipo es práctico. Esto incluye leer un libro de texto de psicología o la letra pequeña en la etiqueta de un medicamento. La lectura práctica tiene un propósito, y nos comprometemos específicamente a obtener información.

El último tipo de lectura es placentero y es totalmente subjetivo. Ya sea que estemos leyendo Vogue en la bañera o estemos absortos en una biografía de Winston Churchill, leemos para interactuar con las palabras y el tema, no porque estemos tratando de alcanzar una meta. Cuando leemos por placer, el tiempo y el lugar tienden a desaparecer. Nos adentramos en otro mundo.

Cuando la lectura es placentera, el contenido se queda con nosotros. No olvidamos las historias. Ampliamos nuestro vocabulario, procesamos ideas nuevas y tenemos muchas más probabilidades de actuar sobre lo que absorbemos.

Los tres tipos de lectura son válidos y útiles. Pero si estamos tratando de mejorar nuestras vidas y carreras, los 100 libros que terminamos son tan útiles como las lecciones que aplicamos. Incluso los libros más nítidos e inteligentes no cambiarán nada si no los hemos procesado correctamente.

Como escribió el filósofo estadounidense Mortimer J. Adler: «En el caso de los buenos libros, el punto no es ver cuántos de ellos puedes leer, sino cuántos pueden comunicarse contigo».

Aquí hay algunos consejos para ayudarte a encontrar los libros que puedan ayudarte o inspirarte: 

1. Revisa los clásicos

La mayoría de los libros en las listas de los más vendidos de hoy son versiones reenvasadas de títulos clásicos. Regresa a las fuentes originales y explora su sabiduría de largo aliento. Elige lo mejor en cualquier área que te interese.

The Goal de Eliyahu M. Goldratt se publicó por primera vez en 1984, pero esta «novela de negocios» introdujo la Teoría de las restricciones, y sigue siendo absolutamente relevante en el mundo actual basado en la tecnología.

2. Suelta el prejuicio

“¿Cuál es tu placer culpable?” Es una entrevista divertida y una pregunta de fiesta. Pero creo que deberíamos abandonar la idea de que algunos libros son solo placeres culpables, títulos que solo deben leerse en una playa, por ejemplo. La lectura no tiene por qué ser tediosa para ser valiosa.

Cómo fracasar en casi todo y aun así triunfar es de Scott Adams, creador de la tira cómica Dilbert. Es una lectura divertida que me hizo reír en casi todas sus páginas. También está repleto de excelentes consejos profesionales, como el uso de sistemas en lugar de objetivos para crear un cambio duradero.

3. Elige por ti mismo

Leer para impresionar a otros rara vez es satisfactorio. La vida es demasiado corta para soportar los libros que te ponen a dormir. Lee lo que amas y disfruta cada momento. Al profundizar en un tema que te fascina y te compromete, agregarás más valor a tu vida que ir a regañadientes a través de una lista de «lectura obligada» de otra persona.

A Guide to the Good Life: The Ancient Art of Stoic de William B. Irvine es un libro de filosofía sobre el estoicismo y cómo puede ayudarnos a evitar la insatisfacción crónica. Puede que no sea el libro para todos, pero me pareció muy interesante.

4. Regresa a los libros que amas

Mis libros favoritos se sienten como un par de zapatos cómodos. Son cálidos y familiares, pero nunca dejan de brindar comodidad. A menudo, vuelvo una y otra vez a los títulos queridos, y descubro algo nuevo cada vez que abro la tapa. Volver a leer un libro que te haya inspirado, motivado o cambiado es, en última instancia, más impactante que un nuevo título que no conmueve tu mente.

Tengo una copia de The War of Art de Steven Pressfield en mi iPad y la versión de audiolibro en mi Kindle. Cuando estoy luchando para trabajar, escojo un capítulo al azar y comienzo a escuchar. En menos de cinco minutos, estoy encendido y listo para triunfar. 

5. Toma notas 

Retenemos más información cuando tomamos notas manuales. Puedes resaltar secciones o anotar notas en los libros que posees, o tener una libreta cerca para cualquier comentario que surja. Participar activamente en los libros puede ayudarte a absorber e interpretar el contenido más a fondo.

The Principles of Product Development Flow por Donald G. Reinertsen fue mi introducción al modelo de manufactura lean. Después de anotar una pila de cosas, me inspiré para revisar el proceso de desarrollo en JotForm. Seguimos confiando en los principios de Reinertsen y nunca hemos mirado atrás.

6. Comienza o únete a un club de lectura

La lectura es un pasatiempo en solitario, pero un club de libros puede hacer que se sienta colaborativo. Escuchar lo que otras personas piensan sobre un título es interesante, y la discusión puede resaltar diferentes perspectivas. Es probable que también lea libros que tal vez no hubieras elegido por ti mismo. No tienes que amarlos, pero es una excelente manera de jugar en el campo literario.

No leí El año sin pantalones de Scott Berkun con un club de libros, pero sería una excelente elección para un grupo de no ficción. En la superficie, es una historia sobre el trabajo remoto, pero las experiencias de Berkun me mostraron cómo escalar un equipo sin aumentar su tamaño, un principio valioso ya sea que tus equipos trabajen en la oficina o en una playa en Bali.

Elimina la línea de meta

Nadie debe evaluar su valor por cuántos libros terminan ni por los títulos en sus estantes. Claramente, la lectura tiene una amplia variedad de beneficios. Educa, aumenta nuestra empatía y estira nuestra conciencia. También es simplemente divertido.

Entonces, dejemos de leer para hacer crecer nuestros negocios y nuestras cuentas bancarias, y enfoquémonos en lugar a la simple alegría de movernos página por página a través de un libro realmente genial. No renuncies hasta que los ingresos de tu negocio sean estables
 

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