‘Nos falta un paquete expreso de salvamento de compañías’ | Economía

En medio de la peor crisis económica y empresarial de la historia, la Andi inicia hoy el V Congreso Empresarial Colombiano, bajo el lema ‘Oportunidades para un futuro optimista’.

(El subsidio que propone la Andi para ayudar a la economía informal). 

Bruce Mac Master, presidente ejecutivo del gremio, habló con Portafolio sobre la coyuntura, las salidas y lo que se espera de este evento de cinco días que, por primera vez, se realizará de manera virtual, y que contará con la participación de expertos internacionales, entre ellos la Nobel de Economía Esther Duflo.

(‘Los bancos son los más interesados en que las empresas se salven’). 

¿Cómo define la situación real del empresariado colombiano?

El país vive una situación de emergencia empresarial. Por alguna razón extraña, Colombia se ha adormecido alrededor de algunos de los indicadores críticos, y no hemos sido capaces de tener conciencia de la gravedad de la situación.

Muchas compañías están verdaderamente al borde del colapso y aún si hubiera una reactivación hoy, seguramente les costará mucho salir adelante, porque el daño ha sido grande. La destrucción de su red de ventas, capital de trabajo, liquidez, del talento humano y de la demanda es inmensa.

¿Y qué hay que hacer?

La mayoría de las cosas que se han hecho hasta ahora son acertadas y necesarias, pero diseñadas para muy corto plazo, como es el caso del soporte a las nóminas durante unos meses. Reconocemos que hay algunas para el mediano y el largo plazo, como lo que se hace en Pactos de Crecimiento o reformas que se van a hacer en adelante.

(‘Estamos en mora de darles estatus e ingresos a los técnicos’). 

Pero nos está faltando, sin duda, un paquete expreso de salvamento de compañías. Faltan instrumentos que se pongan a disposición del empresariado para salvar compañías.

¿Como cuáles?

En condiciones normales, ni siquiera está bien visto salvar compañías. La lógica del mercado decide quién sobrevive y quién no. Pero esto se fracturó cuando los Estados decidieron quitarle la licencia de operación a una gran cantidad de negocios que tuvieron que cerrar desde el tercer fin de semana de marzo pasado. Esto cambió las condiciones del juego. Entonces, lo que no era bien visto, es decir, eso de que el Estado salga a salvar compañías, hoy es una necesidad.

¿Y cómo se salvan compañías?

Ayudándolas de frente. En el sentido más justo de la palabra, casi que sería decirles a las empresas vengan y yo les aporto lo que ustedes no están recibiendo en razón de que yo Estado, le quité la licencia de operación. Habría que preguntarles a las empresas qué necesitan para salvarlas. Seguro pedirán apoyo económico, para garantizar su supervivencia, y no que les den lo que se iban a ganar. En marzo propuse que hubiera un proceso masivo de reestructuración de deudas, pero se dijo que eso era poner en riesgo los recursos de los ahorradores, pero mi idea era hacerlo con recursos públicos directos o garantías. Hubo oposición, pero es hora de retomar el tema.

¿De dónde debe salir la plata?

En Estados Unidos, el Gobierno acudió incluso a la emisión primaria de la FED. Así obtuvo US$11 trillones. Otra manera de conseguir los recursos es mediante endeudamiento. No tenemos otra manera de hacerlo. No se puede salir a decirles a las empresas que paguen más impuestos porque están en quiebra.

Es más, el Estado debe prepararse para un menor recaudo porque las compañías pagarán menos impuestos debido a que este año no darán ganancias sino pérdidas.

Lo que no podemos hacer es sentarnos a observar cómo se van cayendo las compañías sin hacer nada. Esta generación no se lo va a perdonar a sí misma, si dejamos destruir la capacidad de producir y de generación de empleo.

¿Eso garantizará la generación de empleo?

El empleo solo lo generan el Estado y las empresas. Pero al Estado lo que se le pide es que no gaste tanto y que recorte burocracia. Entonces, la única alternativa es apoyar al sector privado. Los puestos se trabajo se incentivan evitando que las actuales empresas desaparezcan y creando nuevas compañías. Ahora lo que hay que hacer es apoyar al empresariado que hemos tenido por años y que ya está al borde del cierre.

¿Cree que es necesario declarar otra emergencia económica?

Si el Congreso muestra compromiso en la toma de decisiones para salvar compañías, la emergencia económica no se requiere. Pero si esto no se da, será necesaria otra emergencia económica. Un programa de salvamento de empresas está en mora de salir. Se necesitaba desde abril o mayo. Cada día que pasa es de inmensa gravedad.

¿Cuál es su opinión sobre las cuarentenas a esta altura de la crisis?

Para las familias y las empresas es clave que los mandatarios locales nos tengan en cuenta desde el punto de vista de salud pública y del bienestar económico. Pero algunas ciudades han ido cerrando sin importar el impacto. Las cuarentenas solas no solucionan el problema. El contagio se evita con el autocuidado.

¿Qué opina de que se les haya cedido a los alcaldes la llave de la reapertura?

No se puede confundir el tratamiento regionalizado con la regulación y las normas regionalizadas. Una cosa es tratar a las regiones según su nivel de vulnerabilidad y otra es permitir que cada una se invente una estrategia para enfrentar la pandemia. Hoy estamos en una situación casi que de anarquía, pues 1.102 alcaldes y 32 gobernadores están tomando sus medidas. Debe haber decisiones claramente de índole nacional, como las de transporte aéreo y terrestre, y la atención en salud.

¿Han percibido algún resultado del plan ‘compre colombiano’?

En el Congreso Empresarial que inicia hoy, tendremos una rueda de negocios con más de 600 citas de negocios para la compra y venta de materias primas nacionales. El Gobierno ha intensificado el apoyo en la toma de medidas contra el comercio desleal defendiendo lo local. También sentimos el apoyo de los consumidores en el tema de adquirir productos con mano de obra colombiana.

¿Cómo va el papel de los empresarios en los aportes que apoyarían la compra de la vacuna contra el coronavirus?

Hemos visto el diseño de un mecanismo bien pensado y liderado por la Presidencia de la República. La buena noticia es que ya estamos siendo activos en el entorno internacional, y eso es positivo para el país en el tema en inmunización y tratamiento.

El lema del Congreso Empresarial es ‘Oportunidades para un futuro optimista’. ¿Se puede hablar de optimismo en semejante crisis?

Sí. Para ello se requieren tres cosas. La primera es evidenciar la situación real, con debilidades y las fallas. La segunda es construir herramientas audaces que nos permitan salvar compañías y generar nuevas plataformas de inversión. Y la tercera, con base en los temas anteriores, convocar el optimismo que ha caracterizado a los empresarios nacionales.

No podemos caer en depresión o desánimo colectivo. De aquí solo salimos con decisiones audaces, voluntad y optimismo.

edmtov@portafolio.co

Fuente de la Noticia

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