Tras el anuncio del Gobierno Nacional para la reanudación de obras de infraestructura bajo estrictos protocolos de seguridad, ya comienzan a verse señales positivas en iniciativas concesionadas y, también, de carácter público.
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Manuel Felipe Gutiérrez, presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), dijo a este diario que hasta el momento la entidad -y también las interventorías de los proyectos- han aprobado 37 protocolos de bioseguridad para la reactivación de obras civiles. A la fecha, 34 iniciativas concesionadas ubicadas en diferentes regiones ya emprendieron su reanudación.
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“Esto permite que de manera paulatina las concesiones de proyectos de infraestructura puedan reiniciar trabajos. Reanudamos trabajos en modos carreteros, férreos y aeroportuarios, en Antioquia, los santanderes, la región Caribe y la región central”, explicó el Presidente de la ANI.
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Con la reactivación de obras, indicó Gutiérrez, ha sido posible garantizar 18.000 puestos de trabajo en todo el país. Pero con la reanudación total, agregó, se espera la reactivación de 30.667 empleos.
En términos de protocolos, es clave que los concesionarios y demás vinculados a la ejecución de obras civiles atiendan las medidas de bioseguridad que fueron establecidas por la Circular 03 de 2020 (de los ministerios de Salud, Transporte y Trabajo) y, también, la Resolución 666 de 2020.
Así, detalló Gutiérrez, quienes trabajen en las concesiones deben adoptar medidas como distanciamiento social, toma constante de temperatura, lavado de manos, uso de guantes y gel antibacterial, desinfección de elementos de trabajo y de vehículos de carga, entre otros, para garantizar la protección de los trabajadores, los usuarios de la vía y de las comunidades.
Entretanto, como complemento a la Resolución 666, el Gobierno -a través del Ministerio de Salud- emitió la Resolución 679 de 2020 con la cual se especifican los protocolos a cargo de contratistas, entidades contratantes e interventorías para el manejo de herramientas de trabajo, el transporte de trabajadores, desinfección de vehículos, atención de emergencias en los frentes de obras, entre otros.
Por ejemplo, uno de los proyectos que reinició obras es Cúcuta – Pamplona, donde hay más de 50 frentes de obra. En este corredor, las interventorías y la ANI han monitoreado el cumplimiento de los protocolos y el correcto restablecimiento de las obras.
Al igual que ha sucedido con las obras concesionadas, otras intervenciones -como las que están a cargo del Instituto Nacional de Vías (Invías)- han reiniciado labores. Una de estas es la Transversal del Libertador, un corredor clave para la conexión de los departamentos del Huila y Cauca.
Juan Esteban Romero, director operativo del Invías, dijo que se avanza en pavimentación y atención de sitios geológicamente inestables. “Para la reanudación progresiva, iniciamos actividades con 66 trabajadores bajo protocolos de bioseguridad”, manifestó.
Sin embargo, fuentes consultadas por este diario, señalaron que la reapertura de obras ha implicado a los concesionarios y a la ANI llegar a acuerdos con las alcaldías de los municipios vecinos a las intervenciones ya que, en algunos casos, los mandatarios locales han dejado en evidencia su preocupación ante una eventual expansión del virus por cuenta de la llegada de los frentes de trabajo.
De acuerdo con datos de la Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI), el desafío de reiniciar la totalidad de obras públicas y privadas abarca cerca de 1.000 proyectos por $34 billones en el territorio nacional. De este monto, $26 billones corresponden al Gobierno Central.
“El sector de la infraestructura es uno de los sectores económicos que puede continuar y seguir adelante durante esta crisis derivada de la pandemia de la covid – 19, ejecutando sus labores de manera segura y cumpliendo los más altos requerimientos para proteger la salud de sus trabajadores y de la población en general”, agregó el Presidente de la ANI.
ALMACENAJE EN PUERTOS ES CADA VEZ MENOR
El Presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura explicó que pese a que los diferentes puertos concesionados han operado en términos de normalidad durante la pandemia, se han presentado algunos problemas como la capacidad de almacenamiento de las terminales marítimas.
”Esta capacidad oscila entre 50% y 60%, esto debido a que los importadores no sacan su carga del puerto en razón a que tienen las empresas cerradas y no hay a dónde llevarla. Una ocupación de un puerto en almacenamiento mayor al 75% empieza a generar muchos problemas logísticos y de operaciones deficientes en el puerto”, concluyó el Presidente de la ANI.