Redacción
La Liga colombiana está sufriendo una anemia goleadora. Se tiene le peor registro de los últimos años de gol por partido y ni de penalti se está anotando, pues la falta de efectividad desde los 12 pasos aumenta también en las estadísticas.
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¿Qué pasa? Hay análisis que tratan de abarcarlo todo: empiezan desde la naturaleza del futbolista colombiano y aseguran que en esta tierra crecen pocos goleadores y que históricamente los goles llegaban en centrodelanteros argentinos, uruguayos y paraguayos, pasan por la falta de trabajo formativo de definición en las categorías menores y terminan en la exportación temprana de los delanteros a mercados de América y Europa.
Puede que todos esos factores tengan alguna cuota a la hora de encontrar la causa de esta falta de goles del momento. Pero desde hace rato, Colombia exporta jugadores a dos manos, desde hace rato los torneos juveniles y formativos son los mismos y goleadores siempre hemos tenido en la Liga: Valenciano, De Ávila, ‘Gallegol’ Ramírez, Aristizábal, Iguarán, Willington...
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¿Entonces? Tengo la percepción de que, en líneas generales, la falta de gol que hay en la Liga se debe a un acento defensivo que existe en nuestros equipos. Se prioriza la seguridad respecto al juego de ataque, se enfatiza en mantener órdenes defensivos, y en los trabajos tácticos para evitar los goles.
Mi percepción es que se crean menos opciones de gol por partido y que a menos opciones, pues la probabilidad de anotar disminuye. Por eso se habla tanto de la efectividad, por eso los entrenadores y los jugadores repiten con insistencia eso de “que ojalá podamos meter la que tengamos, que seamos efectivos, que estemos finos”.
En agosto del 2018, en la Liga local hubo un registro pésimo de 1,9 goles por juego y esa vez, por ejemplo, Alberto Gamero y Juan José Peláez aseguraban que el miedo a perder y el temor de los técnicos a ser despedidos provocaban que los equipos fueran más defensivos.
Alberto Gamero, DT de Millos.
Según estadísticas de la página de la Dimayor, en la actual Liga que registra el bajo promedio de 2,09 goles por juego (con datos de ayer, a las 4 p. m.) estos son los equipos con mayor índice de efectividad, de porcentaje de conversión: Nacional (21 %), Millonarios (19 %), Tolima (18 %), Jaguares y Junior (16 %), Patriotas (14 %), La Equidad (13 %), Pasto y Once Caldas (11 %) y Cali (10 %). Aquí, el promedio general de acierto es del 27,4 por ciento.
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Y, atérrense, los equipos que más han pateado al arco son Bucaramanga y Pereira (42), seguidos por Tolima y Cali (40), Junior (38), Santa Fe (37), Nacional (33), América (31), Envigado y Jaguares (29).
Y ojo: sin contar el juego de este domingo en la noche, el Cali es el que más disparos totales (incluidos los desviados) había hecho: ¡137! Es decir, ha rematado 15 veces en promedio por juego. ¡Estoy por creer que el promedio bajo de gol es culpa del Cali, que anoche intentaba destaparse al ataque contra Santa Fe!
Comparemos esos datos con la Premier League, el campeonato modelo para todo y que hoy tiene un promedio de gol por partido de 2,67.
Uno de los festejos del Manchester City en Budapest.
Allá, los equipos con mayor porcentaje de conversión sobrepasan el 15 por ciento: Leicester (21 %) Everton y Manchester United (20 %), Manchester City y Tottenham (19 %) Crystal Palace y Liverpool ( 17 %), Chelsea
(16 %) y Arsenal (15 %).
En la Premier, la efectividad general es del 31,2 por ciento, es decir que uno de cada tres remates al arco se convierte en gol. Y se patea al arco en promedio 8,51 veces por partido. En Colombia se patea menos al arco: 7,4 veces en promedio por juego.
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Vamos por la mitad de la Liga y los delanteros aún pueden afinar la puntería y sus equipos crear más opciones de gol. La anemia de gol es aguda.
Meluk le cuenta…
GABRIEL MELUK
Editor de Deportes
En Twitter: @MelukLeCuenta
