María Ximena Plaza y Sandra Rodríguez hablan de su libro Oscuro abril, una pesquisa sobre los comicios, que llevaron a la presidencia a Misael Pastrana.
María Ximena Plaza Cuéllar, periodista con maestría en Asuntos Internacionales de The New School University de Nueva York; y su colega Sandra Rodríguez Novoa, con especialización en Nuevos Medios, de los Andes, escribieron a cuatro manos el libro Oscuro abril, una investigación de lo ocurrido en el país el 19 de abril de 1970, cuando se proclamó como ganador de las elecciones realizadas ese día a Misael Pastrana Borrero, aunque muchos siguen afirmando que el vencedor fue Gustavo Rojas Pinilla. La inconformidad con el resultado dio origen a la guerrilla del M-19. Ambas respondieron esta entrevista de EL TIEMPO.
¿Por qué Oscuro abril?
El 19 de abril de 1970 marca un episodio en la historia política colombiana sin suficientes explicaciones. Nuestros papás y abuelos nos cuentan que “se acostaron con un presidente y amanecieron con otro”. Relatan la escena del reloj, cuando el presidente de turno, Carlos Lleras Restrepo, se dirigió a los colombianos por televisión y, señalándolo, declaró el estado de sitio en el territorio nacional a partir de las 9 p.m… Con este pronunciamiento, buscó contener las protestas por los resultados electorales en distintas ciudades del país. Han pasado 50 años y los que vivieron este acontecimiento no tienen los argumentos para explicar a ciencia cierta qué fue lo que sucedió en aquel abril.
¿Por qué?
Esa amnesia colectiva sobre lo que pasó no tiene como responsable al ciudadano de la época, sino que quedó suspendido en un mar de dudas desde esa misma noche del 19 de abril. De acuerdo con un gran número de los testimonios que incluye el libro, los medios de comunicación y, en especial, las emisoras de radio no tuvieron la libertad de divulgar los resultados de la contienda. No fue la Registraduría Nacional la que informó los datos oficiales al pueblo, sino que fue el mismo Gobierno el que lo hizo. Todo esto generó un ambiente ensombrecido por la forma sospechosa en que se estaba manejando la información de estas elecciones.
¿Cómo explican que un hecho de semejante dimensión quedara así?
Desde ese mismo mes hubo una carencia de investigaciones a profundidad para esclarecer el resultado en las urnas. No pasó nada y se abrió una nueva grieta –otra más– entre los colombianos. Es increíble que un hecho que tuvo tantos efectos hacia el presente no tenga más referencias en la historia oficial del país.
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En el intento de reconstruir la memoria colectiva, ¿cuál es su aporte?
En busca de disolver la nube de dudas que dejaron los datos de la Registraduría Nacional, con base en los recuerdos y documentos de los protagonistas, aportamos una secuencia testimonial de quienes vivieron las elecciones del 19 de abril de 1970. Entre 2005 y 2019, con excepción de Carlos Augusto Noriega y María Eugenia Rojas, de quienes se referencian sus escritos, todos los personajes incluidos fueron entrevistados.
¿Cómo quiénes?
Algunas de estas voces son el expresidente de Colombia Alfonso López Michelsen, el exministro de Justicia de la época, Fernando Hinestrosa, el nieto del general Rojas Pinilla Samuel Moreno Rojas, el hijo del presidente de turno Carlos Lleras de la Fuente y los periodistas Juan Gossaín y Germán Castro Caycedo, entre otros.
¿Cómo era esa Colombia de hace medio siglo?
Sin duda, una Colombia golpeada por la violencia, a raíz de las disputas entre conservadores y liberales. De ahí se creó el Frente Nacional como una medida de pacificación. No obstante, el costo fue muy alto, pues se volvió un régimen de exclusión “al eliminar el juego político”, tal y como lo narra en Oscuro abril el profesor Álvaro Tirado Mejía. La clase gobernante se desconectó con las realidades del campo y la ciudad, generando una lejanía e inconformismo.
¿Cómo llegaron a disputar la presidencia Misael Pastrana Borrero y el general Gustavo Rojas Pinilla?
Gustavo Rojas Pinilla fue presidente de Colombia entre dos golpes: el del 13 de junio de 1953, llamado “de opinión”, cuando Darío Echandía depuso al presidente titular Laureano Gómez, apoyado por sectores del conservatismo y el liberalismo; y el de su salida, que terminó concertado el 10 de mayo de 1957, cuando conservadores y liberales se unieron para sacarlo del poder.
Con un juicio político…
Sí, por cargos de enriquecimiento ilícito y obstrucción a la ley y a la Constitución. Durante este proceso, el general volvió a ganar visibilidad y, además, aprovechó el espacio para criticar y promover una oposición fuerte contra al Frente Nacional. Sus seguidores crearon la Anapo, organización encaminada a sostener vigentes los ideales del general que, con el paso de los años, fue ganando mayor espectro político. Tras 13 años de cultivar su fuerza pública de carácter populista, el general se volvió una opción presidencial que amenazaba la repartición del poder entre los partidos tradicionales.
¿Y Pastrana?
Él se erigía como el candidato del frentenacionalismo, tras un escándalo político que afectó la imagen de Enrique Peñalosa (padre), quien hubiese sido la principal carta del bipartidismo para la contienda. Pero, desde un comienzo, su candidatura causó controversia: en la Convención Conservadora se presentó un empate entre Pastrana y el dirigente costeño Evaristo Sourdís. Entonces, el expresidente conservador Mariano Ospina Pérez decidió que fuera el liberalismo el que lo eligiera. Esto causó el descontento de varios sectores del bipartidismo, que a su vez postularon a sus propios candidatos.
Pero ¿por qué Pastrana?
Fue el único que contó con el apoyo frontal del presidente de turno, que, en varios eventos públicos, no escondió su preferencia por el huilense. Ni siquiera el procurador nacional Mario Aramburo pudo detener el proselitismo que ejercía el Gobierno. Entonces se puede decir que la maquinaria política de la época le brindó un espaldarazo incondicional a quien consideraron que debía ocupar el Palacio de San Carlos.
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Sin duda, el protagonista de esa jornada fue el Presidente, Carlos Lleras Restrepo ¿Cómo lo ven ustedes?
Carlos Lleras Restrepo tenía el perfil de mandatario tecnócrata y con los ‘pantalones bien puestos’. Un ejemplo de ello fue su negativa a aplicar el paquete de recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI). Además se dio la pelea por una reforma agraria para distribuir el 2 % de las tierras cultivables del país. Su carácter férreo era tal que no le dio miedo promover a Pastrana como su sucesor durante la carrera presidencial y, en cambio, lo defendió a capa y espada de cara a las denuncias de fraude.
Históricamente, ¿cómo se lo puede ver?
Lleras pasará a la historia porque contuvo el descontento popular suscitado por el 19 de abril: declaró el estado de sitio, impuso un cordón militar a la casa de Rojas Pinilla y envió a líderes de la Anapo, que según él amenazaban el orden público, a bases militares como Tres Esquinas.
Los recuerdos se quedan en estos tres hombres, pero hubo otros candidatos….
Sí, el conservador Belisario Betancur Cuartas, quien se abstuvo de participar en la convención de este partido, argumentando que la plataforma frentenacionalista estaba “prefabricada”, y sostuvo su candidatura disidente. Según datos de la Registraduría Nacional del Estado Civil, Belisario Betancur Cuartas obtuvo 471.350 votos (11,68 % de los sufragios).
Y Sourdís…
Sí. Evaristo Sourdís, quien participó en la votación de los dos partidos, pero no fue elegido como su candidato. Por eso dijo que este proceso estaba “amañado y sin garantías”. Lanzó su propia candidatura, la cual fue impulsada por el periódico El Siglo. Según datos de la Registraduría, Evaristo Sourdís logró 336.286 votos (8,33 %).
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Han pasado 50 años y los que vivieron este acontecimiento no tienen los argumentos para explicar a ciencia cierta qué fue lo que sucedió en aquel abril
Por lo que ustedes documentaron, ¿cómo transcurrió ese domingo?
Ese domingo 19 de abril de 1970 transcurrió de manera tranquila. Los únicos disturbios fueron los que se presentaron en la capital del país, en la plaza de Bolívar y en el barrio Las Ferias. Nada que lamentar. La mayoría de las mesas de votación se cerraron a la hora habitual, a las 4 p. m., y comenzó el escrutinio de sufragios. La polémica alrededor de la contienda electoral subió de volumen en la noche de ese domingo y en la madrugada del lunes 20 de abril.
¿Qué pasó en la noche?
En nuestro libro relatamos el minuto a minuto de lo que transcurre entre las 10 p.m. del domingo 19 de abril y el martes 21 de abril de 1970. Fue una noche oscura para los colombianos y para quienes fueron testigos directos de esas horas. Fue a partir de las 10 de la noche que se hizo evidente la confusión de los resultados divulgados. Por eso es tan importante conocer lo que pasó esa noche, para entender por qué en la memoria colectiva esta fecha quedó con un tufo de fraude.
La radio jugó un papel fundamental ¿Cuál fue?
Colombia es un país con una tradición de radioescuchas y aún más lo era en los setenta, se escuchaban los debates políticos. Fue un medio con un papel protagónico: los colombianos no se despegaron del transistor hasta que se detuvieron las informaciones radiales intempestivamente.
Los colombianos escucharon que en los últimos reportes Rojas tenía una ventaja sobre Pastrana de 1’235.679 votos sobre 1’121.958. ¿En qué momento se cambiaron las posiciones?
De acuerdo con esa ventaja, el mismo Rojas Pinilla le advirtió al Gobierno que “en sus manos estaba que se garantizara la pureza electoral y no se alterara la paz”. En todo caso, en la madrugada estos números cambiaron e incluso El Espectador lanzó dos ediciones para el lunes 20 de abril: según la primera, Rojas Pinilla aventajaba a Pastrana y, ya la segunda daba como ganador al candidato frentenacionalista.
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¿Para ustedes dos hubo fraude?
Actualmente no es posible acceder a la evidencia física que pueda demostrar que efectivamente se trató de un fraude. A la luz de testimonios, aportes documentales y datos inéditos de la Registraduría Nacional, este libro corrobora que sí hay indicios muy contundentes de que en el 19 de abril se presentó una manipulación de la voluntad popular.
¿Un hecho que produjo una herida de qué magnitud?
La herida más grande es la desconfianza hacia los procesos electorales en el país que incluso llega a nuestros días. En palabras del historiador Medófilo Medina, “el sistema político quedó muy averiado, porque se cerró el camino populista que era una válvula de escape y una posibilidad de cambiar los mecanismos del bipartidismo. Esa imagen del fraude también afectó a la misma Anapo, pues sus miembros perdieron la confianza en el General y su experiencia como candidato presidencial”.
ARMANDO NEIRA
EDITOR DE POLÍTICA DE EL TIEMPO
Twitter: @armandoneira