Niyaz Ghopur, un refugiado uigur en Pakistán, se asustó cuando la policía y los agentes de inteligencia se presentaron en su casa hace unas dos semanas para decirle que él y su familia serían repatriados a China si no renovaban su visa de refugiado emitida por la ONU. tarjetas
Los oficiales paquistaníes amenazaron con detener a los ocho miembros de su familia, diciendo que no tenían documentos legales que les permitieran permanecer en el país.
Esto fue alarmante para Ghopur, de 67 años, cuya familia había huido de China en 2016, temiendo por sus vidas.
Poco después de aterrizar en Pakistán, recibieron tarjetas de la agencia de refugiados de la ONU, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, declarando que la familia no debería ser enviada de regreso a China, donde las autoridades habían estado reprimiendo a la población uigur, en su mayoría musulmana, en el lejano -Región Autónoma Uigur de Xinjiang occidental.
Ghopur les dijo a los oficiales paquistaníes que ACNUR se había negado inexplicablemente a renovar sus tarjetas de refugiado después de que expiraran en octubre. Les aseguró que los renovaría lo más rápido posible y los oficiales se fueron, dijo Ghopur al relatar el incidente a Radio Free Asia.
“Habíamos ido allí [to the UNHCR office] tres o cuatro veces últimamente, y el personal decía que habían dejado de emitir tarjetas y que nos llamarían cuando comenzaran a reemitirlas”, dijo. “Pero no nos han llamado. Nos trataron bien hace dos años. Solían preguntar sobre nuestra situación, pero ya nadie se preocupa por nosotros”.
RFA se enteró de que otras cinco o seis familias de refugiados uigures en Pakistán tuvieron la misma experiencia, donde la policía y los oficiales de inteligencia visitantes les dijeron que serían repatriados a China a menos que ACNUR renovara sus tarjetas.
influencia de China
No está claro por qué la policía paquistaní amenazó a estas familias uigures o por qué las oficinas locales de ACNUR dejaron de renovar sus tarjetas de refugiados.
Pakistán es un país predominantemente musulmán, por lo que presumiblemente simpatizaría con sus compañeros musulmanes uigures. Pero el gobierno es un aliado de China y ha expresado su apoyo a las políticas de Beijing en Xinjiang, Tíbet, Taiwán, Hong Kong y el Mar de China Meridional, así como en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Los funcionarios paquistaníes se han visto presionados por Beijing debido al Corredor Económico China-Pakistán, un proyecto masivo bajo la llamada Iniciativa de la Franja y la Ruta para mejorar la infraestructura de Pakistán para mejorar el comercio con China y para integrar aún más a los países de la región.
Cuando RFA se puso en contacto con la oficina central de ACNUR en Ginebra, Suiza, el martes para preguntar sobre los incidentes, Joung-ah Ghedini-Williams, jefa de comunicaciones globales de la agencia, dijo que no estaba al tanto del problema pero que respondería después de comunicarse con la oficina de Pakistán.
Aparentemente, la llamada tuvo efecto.
En un par de días, las oficinas de la agencia de la ONU en Pakistán renovaron las tarjetas de refugiados de las familias uigures en cuestión, y el poder judicial de Pakistán dijo que no serían deportadas.
“Quiero asegurarles que nuestro equipo se está comunicando con las personas interesadas para hacer un seguimiento de la renovación de sus documentos, un ejercicio que actualmente está en marcha para los refugiados registrados”, Aoife McDonnell, oficial senior de relaciones exteriores de ACNUR en Pakistán, escribió el miércoles en un correo electrónico a RFA.
Según activistas de derechos humanos uigures en Pakistán, la oficina de la agencia de la ONU para los refugiados se puso en contacto con los refugiados uigures elegibles y les informó que podían renovar sus tarjetas de refugiados el jueves.
“Son buenas noticias”, dijo Omar Uyghur, fundador de Omar Uyghur Trust en Pakistán, que ha brindado asistencia a los refugiados uigures. “No habrá peligro para los uigures aquí ahora porque pueden quedarse aquí legalmente”.
ONU consciente de las acciones de China
Memet Tohti, director ejecutivo del Proyecto de defensa de los derechos de los uigures en Canadá, dijo que no había ninguna razón legítima para que ACNUR se negara a renovar los documentos de los refugiados uigures.
Señaló que las Naciones Unidas estaban muy al tanto de la represión de los uigures por parte de China. Un informe de agosto de 2022 de la oficina de derechos humanos de la ONU encontró que las acciones de China contra los uigures y otras minorías turcas “pueden constituir crímenes internacionales, en particular crímenes de lesa humanidad”.
Pakistán es hoy el hogar de unos 3.000 uigures, que comenzaron a buscar asilo en el país cuando las tropas chinas ocuparon Xinjiang en 1949. El gobierno chino permitió que algunos uigures con parientes en Pakistán emigraran al país en 1963 y 1974.
En la década de 1980, bajo la política de apertura de China, Pakistán se convirtió en un centro para los musulmanes uigures que peregrinaban a La Meca en Arabia Saudita. Algunos uigures se establecieron allí y establecieron negocios, otros obtuvieron educación y algunas mujeres uigures se casaron con hombres paquistaníes.
Pero después de los ataques terroristas del 11 de septiembre en los Estados Unidos en 2001, China y Pakistán fortalecieron su cooperación, y Pakistán repatrió a numerosos uigures a China.
RFA no pudo comunicarse con Meliha Shahid, la agregada de prensa de la Embajada de Pakistán en Washington para hacer comentarios.
Traducido por RFA Uigur. Editado por Roseanne Gerin y Malcolm Foster.
