La medida formará parte del último paquete de ayuda, que el primer ministro japonés, Fumio Kishida, ordenó a su gabinete redactar y finalizar a fines de abril.
«Nos preocupa que la debilidad del yen, además de la escalada de los precios del petróleo y el gas natural en medio de la crisis de Ucrania, esté teniendo un impacto negativo en las actividades comerciales y la vida cotidiana de las personas», dijo Hagiuda en la cadena de televisión NHK.
Para amortiguar los efectos de los precios más altos de los combustibles, el ministerio podría expandir el esquema de subsidios reduciendo el precio base y elevando el techo de pago, o combinando el esquema de subsidios con el levantamiento del congelamiento de las cláusulas desencadenantes de impuestos, agregó Hagiuda.
En enero, Japón implementó un programa de subsidio temporal para aliviar los efectos de un fuerte aumento en los precios de la gasolina y otros combustibles causado por el aumento de los precios mundiales del petróleo, así como la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
El techo del subsidio se elevó 20 centavos por litro en marzo y el programa se extendió hasta fines de abril.
El subsidio existente podría combinarse con la reintroducción de una «cláusula de activación», que tiene como objetivo reducir los impuestos sobre la gasolina y el diésel cuando los precios de la gasolina se mantienen por encima de los 160 yenes por litro durante tres meses consecutivos, señaló Hagiuda.
«Estamos analizando cuidadosamente qué tipo de sinergias se pueden lograr al combinar los dos esquemas», dijo.
Hagiuda también dijo que Japón no abandonará los proyectos de petróleo y gas Sakhalin-1 y Sakhalin-2 en Rusia, pero reducirá gradualmente su dependencia de la energía rusa, en línea con sus aliados del G7.
