Para gestionar el conocimiento, la clave es liderar

Todo aquello que aporta al negocio no se puede quedar en manos de algunos pocos en la organización. Por el contrario, debe compartirse y garantizar su acceso con el fin de que ese conocimiento se alimente y nutra en favor del crecimiento. El liderazgo, es fundamental para lograrlo.

Así lo plantea el consultor Pablo Belly, experto en Gestión del Conocimiento, quien estuvo la semana pasada en Bogotá y respondió unas preguntas a Portafolio.

¿De qué se trata la gestión del conocimiento?

Se trata de que cada uno en la empresa sepa lo que el otro conoce con el fin de mejorar los resultados del negocio.

Esta mejora tiene que ver con no reinventar la rueda, con fortalecer el acceso a la información y las prácticas. Se trata de retener el conocimiento de la gente clave cuando se va y de identificar el conocimiento crítico etc. Todo lo anterior tiene que verse materializado en términos económicos.

Por ejemplo, cuánto significó en dinero que la gente accede mejor y más rápido a lo que necesita. El foco en este punto está puesto en que no todo el conocimiento y la información que tiene la organización es relevante. ¿Y quién dice que conocimiento es el que tenemos que gestionar? La respuesta es que es el negocio.

La estrategia y la dirección del negocio es quien debe decir cuál es el conocimiento crítico que debemos gestionar y medirlo para poder monetizar esas mejoras. Siempre aconsejo ir “hasta el hueso” con los indicadores porque el dinero es un indicador que todos entienden.

¿Cuáles son los retos?

Están relacionados más que a gestionar el conocimiento, a liderarlo. En diversas ocasiones las organizaciones implantan proyectos para gestionar el conocimiento y cuando llegan a los resultados se dan cuanto que no son los que pedía el negocio, entonces, asociado a la pregunta anterior, es muy importante tener presente que la gestión del conocimiento sin liderazgo es como ordenar las sillas en la cubierta del Titanic, o dicho de otro modo, la gestión del conocimiento te dice cómo subir la escalera y el liderazgo te dice dónde apoyarla.

Una buena gestión del conocimiento (GC) sin un buen liderazgo es como llegar a la punta de la escalera y darse cuanta que esta apoyada en al pared incorrecta. Entonces, esos retos están dados por alinear las personas, los procesos, los clientes y los resultados con lo que te pide el negocio.

¿Qué condiciones tiene una eficiente gestión del conocimiento?

Es básico entender que la gestión del conocimiento es un 70% social y un 30% de infraestructura. Tener los mejores recursos tecnológicos no servirán de nada si la gente no tiene la voluntad de compartir.

Otra condición es la homologación de esa GC. El significado que le asigne cada organización es distinto y válido. La clave es que todos en la entiendan lo mismo y miren para el mismo lado. Desde hace nueve años, en noviembre, hacemos en Colombia una Certificación Internacional en Gestión del Conocimiento para ejecutivos de habla hispana y el módulo se trata justamente de cómo hacer esa homologación.

¿Cómo se aprende a gestionar el conocimiento?

Está muy bien planteada la pregunta porque en alguna circunstancias no se enseña, sino que se aprende. Hay muchas iniciativas que podrían ser afines con esto pero las llaman de otra manera. Lo que hacemos con las que ya existen es que las potenciamos, haciéndolas más robustas con resultados medibles.

¿Qué relación tiene la experiencia?

La relación está en que lo que se comparte es justamente la experiencia para que otro colaborador de la compañía pueda mejorar y perfeccionar determinada practica corporativa. Pasa con algunas organizaciones que tienen personas próximas a jubilarse y cuando se van, se llevan toda la experiencia. En algunos casos logramos anticiparnos y diseñamos sistemas para retener el conocimiento crítico.

¿Cómo apropiar este concepto en las nuevas generaciones de ejecutivos?

El ciclo operativo de la gestión del conocimiento se basa en: creación – almacenamiento – difusión – aplicación. En algún momento que se genere conocimiento se tiene que almacenar para que se pueda difundir y alguien lo pueda encontrar para aplicarlo.

En todo este proceso se llega a las generaciones nuevas, o bien porque se encuentran con las nuevas tecnologías para almacenarlo o bien porque se encuentran con toda la experiencia acumulada de quien dejó el cargo.

En un banco colombiano diseñamos un proceso de gestión del conocimiento donde las personas próximas a jubilarse tenían que transferir sus saberes a las nuevas generaciones. Para ello diseñamos un programa llamado “Tu Legado”. Es interesante ver que la gente no comparte lo que tiene, no porque no quiera, sino porque no saben que a otro le puede ser útil ese conocimiento.

¿Cómo se enmarca el concepto con la cuarta revolución industrial?

Se hace necesario que los procesos de GC tengan un componente tecnológico y digital porque justamente ahí es donde se almacena, comparte, difunde y se accede a los saberes compartidos. El asunto es que la tecnología no te garantiza el éxito de la gestión del conocimiento si no es acompañado de las personas.

¿Qué casos exitosos de gestión del conocimiento podría mencionar?

Bueno, estuve en Colombia la semana pasada por dos proyectos de consultoría con dos clientes: una corporación y una institución gubernamental. Desde hace 17 años, en América Latina, Colombia es el país que más clientes tenemos y en la actualidad representa el 35% de nuestra facturación global. Los proyectos que tenemos en Colombia abarcan empresas de diversos giro industrial, ONGs, gobiernos, fundaciones, etc. Tenemos tantos clientes en Colombia que les ofrecemos a los nuevos clientes hacer ‘benchmarking’con clientes históricos para cotejar experiencias y sacar mejores prácticas.

Fuente de la Noticia

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