La pasión va cambiando con los años, al grado de deteriorar la vida sexual de una pareja, por lo que es necesario usar la imaginación y ser innovadores.
Uno de los principales problemas que se abordan en las terapias de pareja se refiere a la monotonía sexual. Hoy en día, muchas personas tienen claro que a menos que pongan de su parte, la tendencia natural será caer en la rutina y en la sensación de seguridad que proporciona.
Esta situación se conoce clínicamente como el deseo sexual inhibido y le ocurre aproximadamente al 50% de las personas que son monógamas, explica la enciclopedia médica medlineplus. Ante esta situación, la respuesta no es abandonar la relación, ni buscar una nueva; sino devolverle la chispa que una vez funcionó bien.
Para hacerlo, hay que tener en mente no caer en la rutina, resistirse a la comodidad de hacer lo mismo de siempre, y recurrir a la imaginación y la creatividad para alimentar la sexualidad.
Existen muchas formas de lograr lo anterior, por lo que sugiere:
Estar consciente de que has caído en la rutina y confirmar que deseas darle una solución. Luego, piensa en sexo y en lo que te gusta de tu pareja. Después, crea momentos eróticos en tu mente y llévalos a la práctica.
Por ejemplo, por la mañana, quédense en la cama por más tiempo y siéntanse mutuamente sin llegar a nada más que incitadoras caricias. Una vez que estén levantados, jueguen, pónganse la loción uno al otro o ayúdense a vestirse.
Durante el día, piensa mucho en él o ella, en lo que te gustaría sentir su cuerpo, ten una o dos fantasías sexuales, llámala y escucha su voz.
En la noche, planeen una cita como cuando eran novios, o vayan al lugar donde tuvieron relaciones por primera vez y repítanlo. Esto revivirá mucho la pasión que antes los unía.
La provocación es algo fundamental en una relación sexual, pues le agrega interés y aumenta el deseo.
Por lo que un poco de «resistencia» con sutiles seducciones puede ser el secreto para tener una buena noche de sexo.