En sus redes sociales, el presidente Gustavo Petro habló sobre el aumento de la deuda externa del país, poco después de que el expresidente Álvaro Uribe mostrara su preocupación frente a las proyecciones de crecimiento de esta cifra, las cuales, según afirma el expresidente, llegarían a un 55,3 % del PIB nacional.
El actual mandatario, en sus redes sociales, aseguro que este crecimiento sí es «preocupante«, tal como dijo Uribe. «La vi (el crecimiento de la deuda) en 76 billones en el 2022 y el año entrante estará en 116 billones«.
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Sin embargo, el jefe de Estado señaló que gran parte del peso de esas cifras en rojo se debió a la deuda adquirida por el país con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para hacerle frente a los efectos de la pandemia del covid-19, en materia subsidios a la nómina de las «grandes empresas«, durante el gobierno de su predecesor, Iván Duque.
Tiene razón Uribe, el crecimiento de la deuda es preocupante. La vi en 76 billones en el 2022 y el año entrante estará en 116 billones. ¿ Qué pasó?
Que se paga en estos dos años la deuda del FMI por $5.000 millones de dólares que el amigo de Uribe, el señor Duque, escogió como…
— Gustavo Petro (@petrogustavo) July 9, 2024
«Que se paga en estos dos años la deuda del FMI por 5.000 millones de dólares que el amigo de Uribe, el señor Duque, escogió como método para financiar el subsidio a la nómina de las grandes empresas por la situación del covid-19. Endeudarse para subsidiar a los más ricos«, dijo el presidente de la República.
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Y añadió: «La irresponsable gestión económica del pasado gobierno y la profunda corrupción que se desató, lleva el país a la bancarrota«.
También aprovechó para defender la última reforma tributaria realizada recién llegó a la Casa de Nariño, mencionando que este era el mecanismo con el cual se iba a gestionar el pago de la deuda externa: «La solución propuesta por este gobierno: la reforma tributaria del 2022 fue destruida por decisión judicial«.
El rol del plan de reactivación económica
Así las cosas, el presidente Petro confirmó el plan de reactivación económica que su Gobierno está planteando para sanear la desaceleración de la economía nacional, así como una ley de financiamiento para «reponer lo perdido en la reforma tributaria«.
Y le pidió al apoyar esos proyectos: «Espero que la bancada del doctor Uribe ayude al país y no sabotee las medidas«.
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Frente a esta estrategia, el ministro de Hacienda y Crédito Público, Ricardo Bonilla, explicó en una columna de opinión para EL TIEMPO cómo se llevaría a cabo, resaltando la importancia que tendrá ahora con la última reducción de la tasa de interés de política monetaria (11,25 % para julio) y las proyecciones de crecimiento económico del Banco Mundial para el país, ubicadas en 1,3 % para 2024 y 3,2 % para 2025.
Dentro de este plan, el jefe de cartera afirmó que se encuentra un paquete de estímulos tributarios que «debe ser tramitado a través de un proyecto de ley, el cual se espera presentar en la nueva legislatura«.
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Mencionó que estos estímulos tendrían el objetivo de reactivar la dinámica económica sin perder la consolidación del balance fiscal y «honrando la deuda heredada, la cual pasó de 48 % a 61 % del PIB entre 2019 y 2020, lo que representa más de 200 billones de pesos«, lo cual se adhiere a lo dicho por el presidente frente a lo sucedido durante la última pandemia.
«Esto significa que la pandemia se pagó con deuda equivalente a más de 10 reformas tributarias y le corresponde a este gobierno honrarla cumpliendo la regla fiscal. Además, conviene señalar que existe otra deuda que fue adquirida por fuera del cupo (US$ 12.000 millones) porque se tramitó en el marco de la declaración de emergencia, pero corresponde a compromisos que se tienen que pagar entre 2024 y 2025, aunque los pagos no liberan cupo. Por tal razón, el Congreso acaba de aprobar un cupo de endeudamiento por US$ 17.607 millones, aclarando que el Gobierno no está contrayendo más deuda, sino que simplemente está sincerando las cuentas y obteniendo recursos para honrar créditos adquiridos«, añadió en la columna.
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