Piezas artesanales de Ráquira salen a Italia en cuarentena – Empresas – Economía

La cuarentena en Colombia no solo juntó a diseñadores italianos con los artesanos de Ráquira, sino que puso la tecnología ante los ojos de los creadores tradicionales de ese municipio colombiano, ubicado en el departamento de Boyacá, que, luego de este experimento, además de obtener recursos en pleno aislamiento social, podrán exponer sus piezas en Milán (Italia).

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Aunque la conexión entre los artesanos raquirenses y los profesionales del diseño y la arquitectura Natalia Criado y Pietro Minelli se produjo antes de la cuarentena, este periodo fue propicio para el ejercicio.

Natalia, diseñadora industrial, residente en Milán, vino junto con Minelli, arquitecto italiano, a realizar un proyecto con la artesanía colombiana, para elaborar piezas de la cultura local, pero juntando la tradición con el diseño. El fin último era exponer el resultado en el salón del mueble 2021, en el país europeo.

La llegada de la cuarentena a Colombia alargó su permanencia en este país, por lo que les surgió una idea que con suma rapidez empezaron a poner en práctica. El arquitecto Minelli pidió a sus amigos italianos un boceto o idea para elaborarla mientras aprendía las técnicas para moldear el barro que dominan los artesanos.

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El uso de la tecnología era impensable para los artesanos de Ráquira, que llevan años trabajando el barro como parte de su tradición ancestral.

“Así nació ‘Todos juntos’”, comenta Natalia Criado. La invitación, lanzada a través de las redes sociales, llamaba a elaborar dibujos inspirados durante la cuarentena.
“La gente estaba en sus casas. Todo parecía estar cancelándose, no se veía espacio para nacimientos. Expresar miedos, incertidumbre, pero sobre todo esperanzas, era oportuno, por lo cual la convocatoria tuvo una amplia receptividad”.

La tarea de los profesionales italianos era recopilarlos, interpretarlos y transmitirlos a los veteranos artesanos, que muy pronto se entusiasmaron con las propuestas. Los bocetos ya no solo llegaban de los amigos de Italia, sino de gente que empezó a unirse desde Brasil, Argentina, México, Alemania, Corea, India y Colombia.



Natalia Criado y los artesanos de Ráquira con los cuales se hizo un proyecto para agregar diseño a la artesanía tradicional que adelantaban los artesanos de este pueblo boyacense.

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Reyes Suárez es el taller del que forman parte Carlos Suárez y Francisco Mahe. En Ráquira, hace parte de una tradición de más de 50 años que ha pasado de una generación a otra.

Ollas, vasijas, utensilios de todo uso, estatuillas salidas de la cotidianidad de un pueblo de amplia riqueza cultural han sido los objetos que tradicionalmente elaboran y que, con la llegada de los italianos, tuvieron una variación, impulsada con la experiencia en producción de Natalia Criado y los acabados del arquitecto Minelli. 

“De ese encuentro surgen algunas piezas únicas, inspiradas en el confinamiento; otras con formas arquitectónicas; líneas simples, en fin, un lenguaje de formas creativas”, señala Criado.

Las piezas, con acabado que deja ver la fusión de las manos que las moldearon, estampan la esperanza de que la pandemia será superada con la participación de todos. Esto lo refleja una flor, trazo de Giada Montemoli, cuya idea luego fue puesta sobre el barro de Ráquira y tallado con la experticia de ambos: los artesanos y los profesionales del diseño.

En la colección hay flores escondidas en cuatro paredes y floreros melancólicos, de Pietro Calicchio.

De ese encuentro surgen algunas piezas únicas, inspiradas en el confinamiento; otras con formas arquitectónicas; líneas simples, en fin, un lenguaje de
formas creativas

Hay recuerdos inspirados en Milán y en las postales de la población italiana, plasmados en un florero donde se pueden apoyar las postales y al mismo tiempo poner flores.

Desde la perspectiva de Natalia Criado, el proyecto busca “contribuir a una revitalización y fortalecimiento de las piezas que elaboran los artesanos. Esto implica proponerles acabados más sofisticados, con los patrones del diseño, al igual que propuestas innovadoras en diseño a través de un intercambio cultural”.

Al igual que en una partitura, los artesanos aprendieron a leer un dibujo a partir de la tecnología. Lo cierto es que Ráquira, como región, se dio a conocer dentro de una comunidad de diseñadores y artistas internacionales en medio de una cuarentena.

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Esto permitió, según cuenta Criado, que “durante el confinamiento, el grupo de artesanos se sostuvo gracias al proyecto”, pues recibieron donaciones en los dos meses del encierro casi total. “Les enseñamos a los artesanos cómo es posible a través de la tecnología romper fronteras”.

Y lo mejor será el crecimiento de la actividad artesanal que podrá surgir en poco tiempo, toda vez que está en la mira un plan de exportación, el cual será promovido a través de las 80 piezas que serán exhibidas en Bogotá y luego se trasladarán a Italia para ser parte también de una exposición. “Como objetivo tenemos la Triennale di Milano”, concluyó Criado.

REDACCIÓN ECONOMÍA Y NEGOCIOS

Fuente de la Noticia

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