Plan de empleo de los expertos: sin conexión con la tecnología

Destacados economistas dieron a conocer una carta en la que proponen un plan de emergencia para la creación de empleo, una necesidad. Los datos del DANE lo dicen todo: la tasa de desempleo a finales de octubre del 2020 ascendía a 15,7 %. En 13 áreas metropolitanas, al 18,2 %. La tasa de informalidad en éstas es del 48%. Los datos de desempleo para los jóvenes son aún más alarmantes: 23,5 % en el total nacional (14 a 28 años). Las ciudades salen mal libradas; Ibagué, tiene un 35% de desempleo juvenil, Bogotá, 28%; Barranquilla, la menos desafortunada, 21%. Los datos para las mujeres jóvenes son mas preocupantes aún.

La propuesta de los expertos, según Portafolio, tiene tres aspectos básicos. En primer lugar, se refiere a “pequeñas obras públicas intensivas en trabajo” (reparar vías, cuidar bosques, pintar y reparar colegios, ofrecer conciertos…); el costo del enganche de las personas, especialmente mujeres, jóvenes y personas mayores (que no reciban ayudas del estado) correría a cargo de los gobiernos locales y del nacional. Segundo, plantea un esquema de flexibilización temporal (pago del 80% del mínimo, pago de salud, no pago de aportes a las cajas de compensación…). Finalmente, tercero, proponen la aceleración de la inversión pública, particularmente de vías terciarias. El plan tiene como meta la creación de un millón de empleos.

Más allá de las dificultades de orden jurídico que pudieran retrasar el plan (¿se requiere una ley que permita el no pago de aportes a las cajas, por ejemplo?), de los debates que con seguridad, tendrán lugar, hay un desafío que en Colombia no se suele afrontar, justamente por la frecuencia de contingencias que obligan a asumir políticas públicas de urgencia: ¿Cómo articular planes de emergencia con la visión estratégica de largo plazo?

Aunque la pandemia es una peste que ha golpeado el empleo en todo el planeta, las preocupaciones de la política pública sobre los mercados laborales son bastante diferentes en aquellos países en los que hay pensamiento de largo plazo y políticas públicas ídem.

Las preocupaciones de los países de la OCDE, club al que pertenecemos, del Foro Económico Mundial y otras instancias atentas y activas frente al devenir del empleo, giran alrededor de cómo aprestarse para los dramáticos cambios que, por motivo de la adopción de nuevas tecnologías, del cambio climático, entre otros factores, están ocurriendo en el mundo del trabajo. El FEM (The Future of Jobs Report 2020) es claro: la velocidad a la que están cambiando las ocupaciones, desapareciendo muchas y apareciendo otras nuevas, es de vértigo; las competencias que deben ser adquiridas, en el curso de unos pocos años, más allá de los contenidos técnicos específicos, son blandas: la capacidad del trabajo autónomo y a la vez colaborativo en ambientes digitales, pensamiento crítico y habilidad para resolución de problemas, de aprendizaje permanente, tolerancia al estrés, flexibilidad, iniciativa. Las vías, en los nuevos escenarios, no son solo las terciarias, sino las digitales…

A fines de la década que entra, según el Foro, el mundo deberá haber re-entrenado mil millones de personas para que puedan desempeñarse en los nuevos mercados laborales (¿cuál será la cuota colombiana?). Muchos países ya comenzaron. La pandemia, con sus efectos recesivos y su impacto en hacer mayores algunas inequidades pre-existentes, ha estrechado la ventana de oportunidad de hacerlo y, por ello, la política pública debe ser aún más agresiva para preparar a sus jóvenes… so pena de perder el tren. La emergencia para la creación de empleo debe contemplar que el trabajo remoto no será excepcional, que las plataformas digitales son, serán la base para la prestación de servicios en un espectro creciente de actividades, que la formación (incluida la puntual) va de la mano de las nuevas oportunidades. Formación, conectividad, enredamiento, economía digital, colaboración son los términos claves.

El futuro está ya presente con el internet de las cosas, la computación en la nube, la inteligencia artificial, el comercio electrónico, la robótica, la biotecnología, la realidad virtual y aumentada, entre muchas tecnologías. Y los jóvenes necesitan apoyo para entrar a las nuevas realidades laborales de esas dimensiones.

Fuente de la Noticia

Related posts

La nueva era de la inteligencia artificial con ChatGPT 4.0

Externalización de Back-Office a Colombia: BPO, Centros de Contacto y CX

Samsung Galaxy s22 ultra: la mejor opción en telefonía móvil