Redacción
El nieto de Carlos Lleras Restrepo, expresidente de Colombia, en la columna de opinión que realiza en El Tiempo, referenció los diferentes ítems, que hacen de Buenaventura una ciudad inviable para ejecutar cualquier proyecto de desarrollo.
Mediante el espacio que tiene, Germán aprovechó para calificar de “impotencia y frustración” las noticias de violencia, corrupción, pobreza extrema y narcotráfico, que resultan muy comunes en la ciudad del puerto.
Dentro de su texto, la siguiente frase resulta curiosa y polémica: “Y cómo no recordar lo ocurrido en el puerto Agua Dulce. Con una inversión de 620 millones de dólares, su construcción duró 8 años, cuando se había proyectado en 2. La empresa, además, tuvo que hacerse cargo de la carretera de acceso, a un costo de US$ 60 millones, cuya construcción duró 5 años por la oposición de las comunidades”.
Otro capítulo le dedicó al gobernador de aquella época en Buenaventura: “Y cuando ya se tenía fecha para inaugurar, el alcalde cerró el puerto con el pretexto de que la alcaldía no había dado el permiso para la construcción del patio de contenedores”.
“Con el ferrocarril del Pacífico, lo mismo. La red férrea, que llegó a operar el trayecto Buenaventura-Buga, fue invadida por más de 3.000 familias. A esto se sumaron mineros ilegales que socavaron las bases de la red y el tránsito de las famosas brujitas o pequeños carros de balineras, que circulaban por la red. Hace 4 años el ferrocarril dejó de operar”, indicó el político bogotano.
Para terminar, dejó claro que su solución es intervenir a la ciudad mediante una reforma, que debe tramitarse con urgencia y proteger a los habitantes, que día a día son víctimas de la corrupción.
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