WASHINGTON (Reuters) – Un polvo blanco encontrado dentro de la Casa Blanca el domingo por la noche, que provocó el cierre temporal de parte del complejo presidencial, fue identificado por el departamento de bomberos de Washington como cocaína, informó el Washington Post.
El Servicio Secreto confirmó a Reuters que se había encontrado un «elemento desconocido» que llevó al cierre de parte de la Casa Blanca, pero remitió otras preguntas al departamento de bomberos, que se negó a comentar.
“El domingo por la noche, el complejo de la Casa Blanca entró en un cierre preventivo cuando los oficiales de la División Uniformada del Servicio Secreto investigaron un artículo desconocido encontrado dentro de un área de trabajo”, dijo un portavoz del Servicio Secreto en un comunicado enviado por correo electrónico.
El artículo fue descubierto en el ala oeste, dijo el portavoz. El ala oeste es un área adjunta a la mansión ejecutiva donde vive el presidente e incluye la Oficina Oval, la sala del gabinete y el área de prensa, junto con las oficinas y el espacio de trabajo para los asesores y el personal del presidente.
El presidente Joe Biden no estaba en la Casa Blanca en ese momento. Cientos de personas trabajan o pasan por el ala oeste de la Casa Blanca con regularidad.
«Se llamó al Departamento de Bomberos de DC para evaluar y rápidamente determinó que el artículo no era peligroso», agregó el Servicio Secreto. Hubo «una investigación sobre la causa y la manera» de cómo la sustancia ingresó a la Casa Blanca, dijo el vocero.
El Washington Post informó que «un bombero del equipo de materiales peligrosos del departamento de DC envió por radio los resultados de una prueba» del artículo, citando una base de datos en línea de comunicaciones de respuesta a emergencias. El despacho de radio decía “Tenemos una barra amarilla que dice clorhidrato de cocaína”.
Dos «funcionarios familiarizados con el asunto» confirmaron al Washington Post que la sustancia encontrada en la Casa Blanca era cocaína.
(Reporte de Kanishka Singh y Jeff Mason en Washington. Editado por Heather Timmons y Alistair Bell)