Desde el estallido de violencia en las zonas turísticas, las fuerzas del orden de Quintana Roo se han movido rápidamente para anunciar los arrestos en cada caso. En diciembre, un contingente adicional de unos 1500 miembros de la Guardia Nacional de México comenzó a patrullar las playas en una señal de la seriedad con la que el gobierno federal se ha tomado la amenaza a la industria turística de México.
Pero muchos cuestionan cuán sostenible es ese enfoque. “Para mí, es solo una fachada”, dijo Fabiola Cortés, abogada y periodista que ayudó a exponer los tratos del anterior gobernador de Quintana Roo. Ahora está en la cárcel y enfrenta un juicio por cargos de corrupción. “Cuando ocurren eventos de alto impacto, simplemente detienen a cualquiera”.
David Ortiz Mena, presidente de la asociación de hoteles de Tulum, dijo que el rápido crecimiento de Tulum en los últimos años ha sido descontrolado, sin pensar en el efecto de organizar fiestas en la jungla para 5,000 personas. Reconoció que las autoridades habían comenzado a hacer algunos avances, pero agregó: “El hecho de que la policía no pueda crecer junto con la población también es un problema de sostenibilidad.
Creciente número de turistas
Por ahora, parece que la mayoría de los turistas que han oído hablar de los asesinatos parecen dispuestos a sopesar los riesgos y hacer el viaje a la Riviera Maya.
En diciembre, cuando cuatro de cada cinco miembros de la familia de Pam Singh tenían covid-19, ella decidió que “teníamos que sacar algo bueno de esto” y reservó unas vacaciones para aprovechar la inmunidad posterior a la enfermedad de la familia.
La Sra. Singh, de 47 años, que vive en Brooklyn, ya había viajado a Puerto Vallarta, en la costa del Pacífico de México, y buscaba un destino al que fuera fácil llegar. “El paisaje es hermoso, la hospitalidad es cálida y la comida es deliciosa”, dijo. “Es difícil discutir con todo lo que México tiene para ofrecer”.
Investigando reseñas en línea, se decidió por una semana en un resort todo incluido en Puerto Morelos, que prometía actividades para sus tres hijos, de 8 a 15 años, y buena comida.