Tomás Etcheverry no puede estar más ilusionado con este Roland Garros. El argentino se divierte como pocos en París, y no solo porque el major sobre tierra batida es un torneo especial para él y el lugar donde siempre soñó jugar.
El sábado, luego de sellar su pasaje a la cuarta ronda por primera vez en un major, Etcheverry abrazó a sus abuelos, Eduardo y Ana, quienes viajaron a la capital francesa para ver a su nieto.
Hace dos años, cuando Etcheverry disputó su primer Roland Garros como profesional y luego Wimbledon, el argentino se quedó con las acreditaciones de ambos y se las regaló a sus abuelos porque lo llevaban a eventos juveniles.
“Para mí, darles un momento así es maravilloso para ellos. Para mi familia, mis amigos y todos los que siempre han estado ahí”, dijo Etcheverry. «Es una sensación increíble. Me preparé para esto, lo busqué y creo que estoy jugando grandes partidos».
Los argentinos Francisco Cerundolo y Etcheverry están ambos en la segunda semana en París. Foto: Amélie Laurin/FFT
Como si ya no tuviera suficientes conexiones con este torneo, cuando Etcheverry tenía 10 años, llegó una nueva mascota a la casa y decidió llamarlo Roland Garros. Todos llaman al perro «Rola».
Desde que entró en el Top 100 del Ranking ATP de Pepperstone en abril de 2022, Etcheverry ha comenzado a consolidarse. Este año alcanzó sus dos primeras finales ATP Tour en Santiago y Houston, y siente que finalmente está cosechando los frutos de su arduo trabajo. Se enfrentó a Novak Djokovic en Roma y está disfrutando de su mejor racha hasta ahora en París.
“Estaba un poco enojado después de ese partido con Nole, sentí que no era tan agresivo como debería haber sido. Dejé escapar varios juegos, debí haber jugado mucho más simple en varios puntos”, dijo Etcheverry. “Pero siempre aprendes algo cuando estás en el lado opuesto de la red a Djokovic”.
Si de algo está seguro el argentino de 23 años es de que su andadura por los escenarios más importantes de su deporte apenas comienza y aún no ha llegado a su límite.
Etcheverry admite que llegó a París con muchas expectativas y no teme decirlo en voz alta. “El cuadro está abierto de par en par. Jugué tres partidos aquí y los gané sin perder un set. No he estado muchas horas en pista y estoy físicamente bien preparado para la segunda semana”, explicó el pupilo de Wally Grinovero, que ya trabajó con Jack Draper, Álex De Miñaur y Borna Coric.
“La segunda semana siempre fue mi objetivo inicial, pero ahora lo estoy tomando día a día, voy a dar el 100 por ciento juegue contra quien juegue. Si sale genial y si no, sé que voy por buen camino… Djokovic y Alcaraz están arriba, esa es la realidad. Es un Roland Garros más abierto”, agregó Etcheverry, quien ahora se enfrentará al zurdo japonés Yoshihito Nishioka.
¿Qué espera de los próximos días en París? “Ahora voy a seguir divirtiéndome y estoy con todo”, dijo. Etcheverry todavía está pasando el mejor momento de su vida en Roland Garros, y tiene muchas razones para hacerlo.