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Para la Guardia indígena del Cauca su deber es construir y preservar la paz de sus territorios ancestrales, por lo que sus acciones van encaminadas a ello. Pese a las hostilidades de otros actores (Bacrim, guerrilla y narcotráfico), los comuneros son conscientes de su deber con sus pueblos y con los habitantes del departamento. E incluso con la nación.
Por su labor es reconocida por la organización Front Line Defenders a través de un premio instituido para dar visibilidad y apoyar iniciativas humanitarias alrededor del planeta. El premio reconoce su tesón a la hora de enfrentar a la delincuencia así como la preservación de los territorios en los que habitan las comunidades indígenas.
(Mauricio Dueñas Castañeda/)
Para Front Line Defenders, la Guardia es un modelo de protección clectiva y resistencia pacífica. La ACIN, Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca, en vocería de Mauricio Capaz se declaró honrada por la obtención del galardón y remarcó la importancia de su trabajo en pos de la comunidad: “Para la guardia indígena del Cauca es un honor haber recibido este reconocimiento que nos compromete a seguir trabajando en la defensa de los territorios, los derechos humanos y la paz”.
Los comuneros, como se les reconoce, son en su mayoría miembros de los pueblos indígenas Nasa Kiwe, y son denominados en su propia lengua como Kiwe Thegna, o cuidadores del territorio.
Para Giovanny Yule, miembro del Consejo Regional Indígena (por sus siglas CRIC), la Guardia tiene como objetivo central “Neutralizar cualquier acción que desarmonice el territorio”.
El valor colectivo, presente en la visión de mundo de las comunidades ancestrales del país, es uno de los más llamativos para los estudiosos de los fenómenos sociales. “Es el ejercicio colectivo de la comunidad, donde todos tenemos que movernos a la hora en que haya una alarma frente a cualquier situación o cualquier evidencia de vulneración que vaya a haber en nuestro territorio o comunidad”, recalca Yule.
Sin embargo, en su defensa han contado con bajas: hasta el momento han caído 18 comuneros indígenas en los dos años del gobierno Duque. Los responsables son los grupos armados que buscan desestabilizar la armonía de la zona en la que radica la Guardia.
Para cada comunero indígena es un honor pertenecer a la organización: es un trabajo no remunerado y se basa en criterios ancestrales como la empatía, el respeto a la madre tierra y la preservación de la vida sobre cualquier obstáculo. La formación de cada comunero viene desde la infancia y la escuela, en donde se le enseña a respetar los simbolos de su cultura indígena. Además de contar con un sistema de comunicación basado en la comunidad, que les permite desactivar amenazas en horas, los comuneros son figuras de importancia para el buen funcionamiento de la vida social en los pueblos indígenas.
Sin embargo, los hostigamientos y asesinatos de los actores armados no cesan, incluso con la firma e implementación del Acuerdo de Paz. Para Andrew Anderson, director ejecutivo de Front Line Defenders, el riesgo permanece pero la Guardia, ese colectivo de hombres, mujeres y niños, permanece firme en los territorios. “El premio reconoce el coraje de la guardia”, manifestó en el comunicado oficial de la organización.
¿Qué es la Guardia indígena del Cauca?
Es un colectivo de mujeres, hombres, niños y niñas, basados en el departamento del Cauca, cuyo mandato proviene de las asambleas precedidas por las autoridades indígenas y su fundamento constitucional está en la Ley de Origen, el ejercicio del Derecho Propio y la Constitución Nacional, artículos 7, 246 y 330.
La Guardia Indígena no es una estructura de tipo policial, sino un mecanismo humanitario y de resistencia civil que protege y difunde su cultura ancestral y ejerce el derecho propio de las comunidades a las que está adscrita.